María Ruiz
Habitantes del Barrio de San Miguelito denunciaron una vez más la informalidad con la que se llevan a cabo las obras de rehabilitación de la calle 5 de Mayo, donde la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop), sin un plan concreto de obra, no solo ha atrasado este trabajo de reconstrucción vial, sino que les ha quitado la paz de poder vivir en una zona segura, transitable y con todos los servicios públicos indispensables.
Los afectados relataron que desde el fin de semana pasado los trabajos que se realizan en esta calle han ocasionado el colapso del drenaje y por ende fugas de aguas residuales, que han resultado en un foco de infección al que ninguna autoridad pone solución.
Asimismo, las y los afectados señalaron no tener acceso a sus hogares, pues las banquetas ya no existen, lo que ha provocado que los residentes improvisen y tapicen el suelo con tablas de madera para poder entrar a sus casas. No obstante, las personas adultas mayores o con discapacidad han optado por quedarse dentro de sus hogares, pues salir de ellas se ha convertido en un “verdadero martirio”.
“La verdad es que estamos hartos, ya no se puede vivir así, hemos sido muy pacientes, pero esto es el colmo. El drenaje está colapsado, cortaron el agua, no podemos ni llegar a nuestras casas; esto es insoportable”, mencionaron.
Sumado a esto, los vecinos documentaron que a lo largo de las semanas desde que se reiniciaron los trabajos de rehabilitación, no se han presentado inspectores de obra, lo que ha resultado en labores improvisadas por parte de los trabajadores que no cuentan con los conocimientos necesarios de ingeniería para esta infraestructura vial.
“Hemos sido respetuosos con los trabajadores, pero no se ha aparecido siquiera el ingeniero de la obra, los trabajadores dicen que vienen a cobrar su día aunque no sepan que van hacer. Estamos preocupados porque no hay ni guía ni dirección en estos trabajos”.
También expusieron su preocupación debido a que algunos de los trabajadores de la obra han manifestado querer entrar a las casas al ver en las condiciones en las que se encuentran, pues el material de construcción apilado puede ayudar a los delincuentes a acceder con mayor facilidad a sus hogares.
“Respetamos su trabajo, pero ahora hasta se burlan de nosotros. Hasta ahorita lo único que sabemos es que el drenaje ya tiene concreto, no van a conectarnos el agua y no podemos pasar a nuestras casas, es necesario que las autoridades pongan orden”.
Por último, remarcaron que esperan que esta lista de situaciones poco convencionales no sean acciones intencionadas y que prevalezca siempre el bienestar hacia las personas que habitan este barrio, quienes solo buscan que el proyecto de rehabilitación se realice con formalidad, responsabilidad y claridad.