Kansas, Estados Unidos (22 de junio de 2016).- Josh Marshall vive en Kansas con su hijo de ocho años, Gabriel, sin embargo la familia sufrió una terrible noticia cuando hace un año diagnosticaron al menor con un tumor cerebral que amenazaba su vida.
Conocido como astrocitoma anaplásico, es un tumor maligno del que Gabriel tuvo que ser operado inmediatamente, lo que le dejó una cicatriz grande que hizo que el niño perdiera toda la confianza en sí mismo.
Para ayudar a su hijo, que decía sentirse como un monstruo por la cicatriz, Josh decidió tatuarse la misma cicatriz en la cabeza.
La fotografía se volvió viral cuando Josh entró a un concurso llamado #BestBaldDad (#ElMejorPapáCalvo) de la cuenta de Instagram de la Fundación St. Baldricks, con motivo del Día del Padre. Desde ese momento la imagen apareció en diferentes páginas aplaudiendo la acción y el amor de Josh hacia su hijo.
Fuente: El Diario MX.