Abelardo Medellín
La secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, aceptó en rueda de prensa que ya tenían conocimiento de los contratos celebrados con empresas ligadas a Gabriel Salazar Soto, empresario acusado de Fraude, pero que no las habían revelado todas en informes anteriores porque “estas sólo son empresas relacionadas con la persona”.
De acuerdo con una reciente investigación de la asociación civil Ciudadanos Observando, en el informe que dio la Secretaría de Salud el 29 de mayo pasado, donde se dijo que habían hecho contratos con Gabriel Salazar por 64 millones de pesos, los Servicios de Salud omitieron 111 millones de pesos, ya que gracias a solicitudes de información se pudo corroborar que la dependencia tenía al menos 19 contratos con empresas inexistentes vinculadas a Salazar Soto y a las cuales se les han pagado 176 millones de pesos.
“Los contratos relacionados directamente con Gabriel Salazar Soto son de 64. 1 millones de pesos, el resto están hechos con empresas relacionadas y nuestra función principal es nada más buscar las mejores ofertas”, declaró Rangel Martínez.
Según el dicho de la secretaria de Salud, a ellos sólo les toca investigar si las facturas recibidas son auténticas y no les compete el indagar la conformación de las empresas: “ahora mismo no estamos en condiciones de articular o ver estos contratos, todo en vez de que la revisión que se llevó a cabo sólo es en razón específicamente a la persona”.
Al cuestionar a Rangel Martínez sobre la omisión de estos 111 millones de pesos en el informe público del 29 de mayo, evadió la mayoría de las preguntas con el argumento de que “tratan de distraernos en situaciones que deben de comprobar los órganos fiscalizadores”.
Cuando intentamos preguntarle a la secretaria si no habían sospechado ellos de estas empresas fantasmas o si es que estas prácticas vulneraban o no a los potosinos, Mónica Rangel reiteró que: “esto se trata de instituciones no de personas, por eso les pido que no desviemos la atención de los trabajadores de la salud, porque la gente se muere […] aún distraer al personal administrativo, puede provocar que se pierdan vidas”.