Antonio González Vázquez
Es cuestión de días para que el caso de la Ecuación Corrupta se resuelva: el juez Felipe Aurelio Torres Zúñiga decidirá el martes si vincula o no a proceso al diputado local desaforado y destituido, Enrique Flores.
En la sala 3 del Centro de Justicia Penal se celebró audiencia de formulación derivado de la denuncia que contra Flores, presentó en su momento el alcalde de Ébano Crispín Ordaz.
Este alcalde fue quien grabó en video al diputado Flores. Ese documento detalla el modus operandi de diputados y auditores para extorsionar a presidentes municipales: quieren cuentas públicas limpias, pero les costará algunos millones.
Casi nueve meses después, en breve se conocerá la resolución del juez. El hecho de que no se haya presentado la parte demandante, es ya un mal augurio de tal modo que es muy probable que el juez exonere a Flores del presunto delito de cohecho.
El caso de la Ecuación Corrupta está por desplomarse. La fiscalía solo cuenta con el video y las declaraciones de Crispín Ordaz. Para la Fiscalía el único involucrado es Enrique Flores.
Para la Fiscalía, Óscar Bautista, Manuel Barrera, J. Guadalupe Torres Sánchez, Jesús Martínez Loredo y Abraham Reinhardt Guerrero no tienen nada que ver. No porque los hayan investigado a fondo, sino porque así lo dijeron en declaraciones a la Fiscalía.
Es decir, la misma Fiscalía los dejó fuera del caso y optó por cargar contra Flores como si él solo fuese la Ecuación Corrupta.
Solo se tiene la aseveración de Crispín Ordaz de que Enrique Flores le pidió cuatro millones de pesos por limpiar la cuenta pública 2016 de Ébano.
En 144 horas a partir de ayer al mediodía, el juez decidirá el futuro de Enrique Flores y todo hace indicar que de nuevo vencerá la impunidad.
Es una burla. Tras meses y meses de un proceso lento y opaco, la Procuraduría no logró atraer pruebas suficientes para demostrar la existencia de la Ecuación Corrupta, para la Fiscalía, todo es culpa de Flores Flores.
