Por Victoriano Martínez
Una alta percepción de inseguridad entre los potosinos es también uno de los saldos que le dejó la administración de Ricardo Gallardo Juárez a la que hoy cumple 18 días.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que levanta cada tres meses el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ubicó a la ciudad de San Luis Potosí entre las primeras 12 con mayor percepción de inseguridad.
De cada diez potosinos que viven en la ciudad, sólo poco más de uno se siente seguro.
Desde la perspectiva del hoy ex alcalde y sus seguidores podrán repetirse las explicaciones que solían dar con alusiones a que se trata de un problema que se vive en todo el país.
Argumento similar usa Juan Manuel Carreras López y su gabinete de seguridad.
Lo cierto es que hay otras ciudades del país que han logrado revertir esa impresión, y es algo que está directamente relacionado con otro índice: la percepción de la eficiencia de las autoridades.
En septiembre de 2016, el 66.8 por ciento de los potosinos se sentía inseguro, en tanto que el 37.3 por ciento creía que sus autoridades eran eficientes.
Dos años después, el 88.46 por ciento vive con miedo y el porcentaje de la ciudadanía que percibía como eficiente a la administración que acaba de terminar era de apenas un 22.2 por ciento.
Mientras a la administración de Gallardo Juárez el 15.1 por ciento de los potosinos dejaron de considerarla eficiente, el 21.66 por ciento se sumaron, en dos años, a quienes consideran que la ciudad es insegura.
Un saldo que, con cifras del INEGI, simplemente muestra otro de tantos retos que le deja la Gallardía a la nueva administración municipal.
La inseguridad no se acaba por decreto ni por la simple renovación de autoridades.
La próxima medición que hará el INEGI será en el mes de diciembre, cuando la actual administración cumpla su primer trimestre.
Un indicador que será un parámetro que permitirá evaluar los avances en materia de seguridad pública, con una metodología previa, que lo vuelve confiable.
Una alta percepción de inseguridad es el saldo que recibe la nueva administración. De su eficiencia dará cuenta el levantamiento que el INEGI haga en diciembre, cuando se conozca si esa percepción bajó o no.