Por Victoriano Martínez
Valorar si ha mejorado o no la seguridad pública no sólo es cuestión de comparar las cifras relativas y absolutas de un mes a otro o incluso las tendencias por periodos determinados, sino también establecer la relación que tienen los resultados de las estrategias ante la incidencia media nacional y un resultado esperado.
La organización México cómo Vamos ha desarrollado una metodología que realiza estimaciones a partir de los datos históricos de la incidencia de once delitos para establecer un Semáforo Delictivo cuyos colores indican, a partir del comportamiento de las estadísticas de cada uno de esos delitos, la efectividad en el funcionamiento de la estrategia de seguridad aplicada.
Un semáforo rojo indica que se tuvo una incidencia por arriba de la media histórica además de que superó el número de incidentes que, de acuerdo a la evolución del delito en cuestión, podrían esperarse como meta de la estrategia.
El semáforo amarillo indica que el número de incidentes se ubicó entre la tasa histórica y la cifra esperada como meta, lo que se interpretaría como que funcionaron algunas de las estrategias, pero no en su totalidad.
En el caso del semáforo verde, el indicador representa que el número de incidentes se ubicó por debajo del 25 por ciento de la media histórica y, en consecuencia, se alcanzó la meta en cuanto a la reducción de la incidencia, lo que indicaría que se aplicaron estrategias correctas.
De acuerdo con el registro del Semáforo Delictivo de los primeros 11 meses del gobierno actual, la tendencia de las estrategias de seguridad en su mayoría se ha ubicado en color rojo (“no funciona la estrategia”) con un 45.38 por ciento, en tanto que “algunas funcionan” (semáforo amarillo) alcanzan el 29.41 por ciento, y las que sí funcionan representan el 25.21 por ciento.
Se trata de un panorama en el que en seis de los 11 meses que lleva el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona han prevalecido estrategias fallidos entre los once delitos que analiza México cómo Vamos, un mes las estrategias fallidas y correctas registraron el mismo nivel, en tres prevalecieron las que funcionan a medias y un solo mes prevalecieron las correctas.
Entre los delitos analizados, en los que las estrategias han fracasado el mayor tiempo en los últimos meses se encuentran el narcomenudeo, en el que todo el tiempo han fallado; la violencia familiar, con nueve meses fallidos; el robo a vehículos, en el que ocho meses fallaron, y el de homicidios, con cinco meses. Ninguno de esos cuatro delitos a tenido un mes con estrategia correcta.
En el otro extremo, los delitos cuya contención han tenido mejor estrategia de acuerdo a la metodología del Semáforo Delictivo, son el de secuestro con diez meses en verde y sólo uno en rojo, y el de feminicidio con ocho en verde, dos en amarillo y uno en rojo.
Se trata de un seguimiento que realiza la organización México cómo Vamos que se basa en los datos de incidencia delictiva que presenta cada mes el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a partir de la información que aporta cada Estado.
Una interpretación de la incidencia delictiva que busca ubicar en su justa dimensión la situación de inseguridad, cuya metodología busca evitar sesgos, de manera que sirva a la población –como explican en su tutorial para consultar la información– para tomar mejores decisiones, cuidarse, exigir resultados al gobierno y fomentar la paz.
El Semáforo Delictivo representa una herramienta para contrastarla con la información que acostumbran a difundir las entidades públicas con la clara intención de asumirse como servidores públicos muy eficientes, cuando la realidad se impone al grado de mantener un alto nivel de sensación de inseguridad en la población.
La próxima semana será de informes gubernamentales y el tema de la seguridad pública seguramente será de los que se presentan con los datos más maquillados, al grado de que podría convertirse en el apartado en el que se presuman más logros, porque no son informes sino actos de lucimiento personal… así todo sea pura fantasía.