Por Victoriano Martínez
Como parte de los Programas de Medidas Preventivas y de Mitigación a la Sequía (PMPMS), el reporte más reciente de los indicadores sobre el fenómeno en los municipios del país ubica a 47 de los 58 potosinos afectados de forma moderada a severa… el gobernador Ricardo Gallardo Cardona aseguró que aquí aún no hay problemas de sequía.
Mientras el mandatario potosino exhibe un limitado concepto sobre lo que representa la sequía, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado martes el “acuerdo general de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2022”.
Quizá para Gallardo Cardona la CONAGUA peca de previsora al extremo de verse soflamera al considerar que hay sequía en San Luis Potosí, cuando para él todo está tan bien en esa cuestión que basta con que se restaure la presa de El Peaje y se reparen las fallas de El Realito para que el Estado entero esté libre de la falta de agua o haya saturación en algunos ríos huastecos.
“No es algo concreto o algo donde pudiéramos decir: aquí va a haber sequía, pero hoy San Luis Potosí no tiene problemas de sequía todavía”, aseguró Gallardo Cardona este miércoles.
Una perspectiva tan corta que contrasta con la intención de los PMPMS que, según su descripción, buscan “contar de antemano con planes y acciones que se aplicarían ante eventuales situaciones de escasez temporal de agua con el objetivo de minimizar impactos ambientales, económicos y sociales”.
Unos PMPMS que surgieron desde hace más de ocho años como alternativa para no actuar de manera reactiva cuando los problemas provocados por la falta de lluvias se volvían severos, extremos o hasta excepcionales.
En el diagnóstico que hace la CONAGUA, al 30 de junio, sólo el municipio de San Martín Chalchicuautla se encuentra entre los mil 61 municipios de todo el país que no entran en alguna de las clasificaciones con algún grado de sequía. El resto presentan algún tipo de sequía.
Diez municipios entran en la clasificación de “anormalmente secos”: Coxcatlán, Ébano, San Antonio, San Vicente Tancuayalab, Tamazunchale, Tampacán, Tampamolón Corona, Tanquián de Escobedo, Axtla de Terrazas y Matlapa.
En 36 municipios se presenta una sequía moderada: Alaquines, Aquismón, Armadillo de los Infante, Cárdenas, Catorce, Cedral, Cerritos, Cerro de San Pedro, Ciudad del Maíz, Tancanhuitz, Ciudad Valles, Charcas, Guadalcázar, Huehuetlán, Lagunillas, Matehuala, Moctezuma, Rayón, Salinas, San Luis Potosí, Santa Catarina, Santo Domingo, Soledad de Graciano Sánchez, Tamasopo, Tamuín, Tanlajás, Vanegas, Venado, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz, Villa de Ramos, Villa Hidalgo, Villa Juárez, Xilitla, Villa de Arista y El Naranjo.
Los 11 restantes presentan ya una sequía severa: Ahualulco, Ciudad Fernández, Mexquitic de Carmona, Rioverde, San Ciro de Acosta, San Nicolás Tolentino, Santa María del Río, Tierra Nueva, Villa de Arriaga, Villa de Reyes y Zaragoza.
Se trata de 11 municipios que, al 30 de junio, ya presentan condiciones para comenzar a considerar las medidas de mitigación previstas en el acuerdo que publicó la CONAGUA el pasado martes.
Condiciones que comienzan a presentar señales críticas, entre otras cosas, sobre el porcentaje de normalidad en la presencia de lluvias en la zona, grado de desarrollo normal y señales de salud de la vegetación en sus territorios y mediciones sobre la humedad presente en sus suelos.
Ignorar indicadores como los publicados por la CONAGUA, que en este caso tienen un carácter preventivo, y limitar el concepto de sequía a sólo atender la solución al abasto de agua potable, abre el riesgo de que el esfuerzo federal previsor se anule en el Estado y, avanzado el verano, se tenga que reaccionar ante urgencias que pudieron evitarse.