Sheinbaum, el oportunismo y la normalización de la impunidad

Por Victoriano Martínez

Cuando en política electoral se echa mano de la politiquería, inevitablemente los personajes caen víctimas de un envanecimiento que los vuelve víctimas de vividores de la cosa pública que ven masa y no pueblo, y pronto –en plan caricaturesco– se asemejan al único habitante del asteroide 326 de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry.

Lo advirtió Juan Carlos Ruiz Guadalajara, investigador de El Colegio de San Luis, en su texto más reciente en el periódico La Jornada:

Este fracaso social, resultado de un pragmatismo político a ultranza que ha convertido la realpolitik en una enorme cloaca, afecta con mayor intensidad al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ahora bajo la dirección de Claudia Sheinbaum, quien ya acusa posturas preocupantes en aras de una forzada unidad que estimula, como nunca, el oportunismo de los sectores más podridos de la política nacional”.

La gira de Sheinbaum de este viernes atendió una agenda tal, que más bien parecía un guion preparado exprofeso para confirmar la validez de la advertencia de Ruiz Guadalajara.

El oportunismo que Ricardo Gallardo Cardona vio desde febrero de 2019, cuando con ocho diputados federales renunció al PRD para poner sus votos al servicio de la 4T, como punto de partida de alianzas que le permitieron alcanzar la gubernatura, este viernes tuvo una cuarta expresión de lo que le ofrece a Sheinbaum como candidata presidencial.

Cuando la frustrada visita de Sheinbaum por la erupción estromboliana del volcán Popocatépetl en mayo, Gallardo Cardona la esperaba con el Domo de la Feria lleno de beneficiarios de los programas sociales del gobierno estatal y hasta estudiantes del COBACH,

En dos giras más, una aquí y otra en Ciudad Valles, Sheinbaum estuvo rodeada de gente con camisetas verdes y la imagen de un pollo estilizado que representa al movimiento del mandatario.

Si algo no pudo dejar de ver Sheinbaum en su gira de este viernes fueron esas camisetas de un verde fosforescente que prácticamente invadieron todos los lugares por donde pasaría, de tal manera que envidiaría el PRI en sus “mejores” tiempos.

Una demostración de la capacidad de acarreo gallardista, hoy con el disfraz de verde-ecologista como en su momento fue con el perredista y el amarillo, con el solo objetivo de que la aspirante presidencial se percatara de lo que le puede ofrecer para las votaciones de junio de 2024.

Capacidad de movilización clientelar gallardista que se reforzó con el empate con la estructura electoral de la organización para la entrega de apoyos sociales del DIF Estatal y de la Secretaría de Desarrollo Social y Regional, desde el comienzo del sexenio.

Si el plebiscito por la municipalización de Villa de Pozos no alcanzó ese objetivo, sí le habrá servido a Gallardo Cardona para exponer a la dirigencia de Morena y a la propia Sheinbaum que prácticamente fue una prueba de la capacidad para someter al Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, pero también para controlar las mesas de votación.

La forma en que los verdes desplazaron a los morenistas en el Salón Chicagos da cuenta del grado de agandalle al que el oportunismo gallardista puede llegar, y hasta dónde están dispuestos a ponerlo al servicio del pragmatismo adoptado por Sheinbaum, quien sin mayor rubor siguió el juego.

“El conflicto entre nosotros, entre nuestros partidos no es bueno, nosotros no estamos contra Morena o contra el verde o contra el PT, no. Nosotros estamos contra la corrupción, nosotros estamos para que no regrese el PRIAN a gobernar San Luis Potosí, nosotros estamos para que siga la transformación.

“Por eso aquí les hago una pregunta: ¿va a haber unidad en San Luis Potosí, sí o no?”, preguntó a los asistentes a la concentración de militantes tras la trifulca previa a su llegada. Se escuchó el “sí” de los verdes que agandallaron las primeras filas y relegaron a los morenistas al fondo del salón.

Un dejarse querer por parte de la aspirante presidencial que la hace dejar de ver ciudadanos para solo pretender seguidores clientelares, al grado de engañar a grupos a quienes se invitó para un diálogo sobre los principales problemas de la entidad, previo y al margen de la concentración en el Salón Chicagos, pero en el mismo lugar.

La doctora Luz María Anaya, quien fue el enlace para ese encuentro y a quien insistieron en que los invitados confirmaran su presencia, al llegar a la hora indicada optó por retirarse. Resultó que frente al templete colocaron una veintena de sillas con los nombres de los convocados falsamente a dialogar, porque en los hechos formarían parte del mitin como invitados especiales.

Haya sido con conocimiento de Sheinbaum o no, el acto la igualó con el vanidoso del segundo asteroide visitado por El Principito. Parafraseado ese pasaje: ¡Ah! ¡Ah! ¡Unos seguidores vienen a acompañarme! -Gritó Sheinbaum al divisar a lo lejos a aquellos ciudadanos. Para las víctimas de la politiquería todos los ciudadanos son seguidores.

Dos de los temas que tratarían esos grupos llegaron a conocimiento de la coordinadora morenista: Carlos Covarrubias le entregó un escrito en el que, tras exponer la situación que se vive en el Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito, le solicitaron:

Asumir el compromiso de defender la Sierra de San Miguelito, proteger jurídica y socialmente el Decreto del Área Natural de Flora y Fauna publicado el 13 de diciembre del 2021; investigar y en su caso castigar el manejo indebido de recursos económicos, jurídicos y políticos para buscar la anulación del mismo por parte de los enemigos de la protección de nuestra Sierra, que final e históricamente han sido adversarios de los principios enarbolados por el compañero Andrés Manuel López Obrador”.

El otro se dio con la entrega en una memoria USB de un amplísimo expediente sobre las denuncias penales con pruebas documentales en contra del clan de los Gallardo, desde el caso de la triangulación de recursos con las Clínicas Wong hasta la denuncia ante la Fiscalía General de la República presentada por la Unidad de Inteligencia Financiera.

Un recuento, pues, de lo que fue un viernes de Claudia Sheinbaum en San Luis Potosí, cual escenificación de lo que Ruiz Guadalajara describió en el citado texto:

“Las actuales disputas por el poder y sobre todo por la sobrevivencia política en México han creado un asombroso espacio para profundizar la normalización de la impunidad”.

Una normalización de la impunidad que ni Morena, ni López Obrador, ni Sheinbaum dan señales de tener voluntad para contrarrestar.

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