Ciudad de México (25 de febrero de 2016).- En 1998 se estrenó en los Estados Unidos la película The Truman Show. Protagonizada por el comediante Jim Carrey, cuenta la historia de Truman Burbank un vendedor de seguros que descubre que toda su vida ha sido en realidad un programa de televisión.
El filme de ciencia ficción que se convirtió en película de culto entre sus seguidores, fue inspirado en un episodio de La dimensión desconocida que tiene la misma premisa: un hombre que se entera de que todo en su vida ha sido una mentira, su existencia está ahí para entretener a una audiencia de televisión.
De película de culto a nombre de enfermedad.
En el año 2008 el director de psiquiatría del Hospital de Bellevue en New York, Joel Gold, y su hermano, el neurofilósofo Ian Gold, acuñaron el término para definir a un trastorno delirante del tipo persecutorio en el que una persona básicamente cree que su vida es igual a la del personaje de ficción Truman Burbank.
El sindrome de Truman, también conocido como el delirio de El show de Truman (The Truman Show delusion), es un trastorno psicológico en el que el paciente cree que su vida es parte de un reality show o de una obra teatral.
Joe Gold, luego de ver miles de pacientes con trastornos delirantes, comenzó a notar un tipo diferente de paranoia entre hombres blancos y jóvenes que creían ser el objeto de su propio programa de televisión de realidad. Aunque el trastorno no es aún reconocido en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, los hermanos Gold han escrito varios artículos al respecto, y esperan realizar estudios más grandes con el tiempo.
Los pacientes que ha visto Gold, van desde personas que creen que el atentado del 11 de septiembre a las Torres Gemelas formaron parte de un elaborado argumento para su propia historia y viajó a Nueva York a comprobar si el World Trade Center seguía ahí. Otro viajó a escalar la Estatua de la Libertad, creyendo que se reuniría con su novia de la secundaria en la cima y así podría liberarse del reality show.
Otro hombre entró a un edificio gubernamental a pedir asilo para escapar de su vida televisada. Un periodista fue hospitalizado porque creía que sus colegas estaban fingiendo las noticias en la TV, prensa y en Internet para “entretenerlo”.
Cómo la cultura moldea la locura.
Los Gold han escrito un libro explicando el delirio, y contando la historia de muchos de sus pacientes: Suspicious Minds: How Culture Shapes Madness, que traducido al español sería: “Mentes sospechosas: cómo la cultura da forma a la locura”. En la publicación estos hermanos argumentan que los delirios son el resultado de la interacción entre el cerebro y el mundo social, y no solo el resultado de la biología y de neuronas comportándose mal.
El principal argumento de los Gold cada vez cobra más relevancia, especialmente en un mundo como el moderno, en donde las historias de vigilancia tienden a ser más increíbles que las de ficción. El entorno cultural, incluida la tecnología, podrían estar afectando nuestras mentes de nuevas maneras. El libro nos recuerda que cualquier persona puede tener impulsos delirantes en cualquier momento, ya sea por estrés o inseguridad, sin embargo, aquellos que experimentan este tipo de sensaciones todos los días, deberían ver a un doctor.
Fuente: Hipertextual.