Por Victoriano Martínez
Ya hay tres candidatas y un candidato a suplir a las dos integrantes de la Comisión de Selección (CS) del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) que renunciaron desde noviembre del año pasado.
Un proceso que completará a uno de los órganos del SEA, pero que no representará ningún avance en la integración del Sistema, sino únicamente que el Congreso del Estado se pone al corriente en una acción que debió haber concluido a principios de abril, conforme al último párrafo del artículo 19 de la Ley del SEA.
Pero el cumplimiento de la Ley no ha sido algo que caracterice a los diputados, ni tampoco a la hoy incompleta Comisión de Selección, sobre todo en la atención a los plazos legales para el cumplimiento de sus obligaciones.
El caso es que finalmente hay tres candidatas y un candidato, más los que se acumulen si es que llegaron propuestas vía electrónica antes de las 24 horas de este viernes.
María de Lourdes Aguiñaga García, Mariana Salazar del Villar, Ileana Fabiola Filio Rivera y José Mario de la Garza Marroquín son los candidatos que se registraron de manera presencial.
La Comisión de Gobernación tiene que publicar los nombres de todos los registrados, conforme a la base cuarta de la convocatoria.
Aguiñaga García es abogada por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y, aparentemente, no ha ocupado cargos públicos.
Mariana Salazar del Villar es médico ortopedista, en enero de 2018 asumió la presidencia del Colegio de Ortopedia de San Luis Potosí, y tampoco se le conocen cargos públicos.
Ileana Fabiola Filio Rivera es psicóloga y aparece en el directorio de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado con nivel de subdirectora, adscrita al Centro Estatal de Reinserción Social de Rioverde.
El 19 de enero de 2018 rindió protesta como integrante del Comité de Cultura Institucional con Perspectiva de Género e Igualdad Laboral de la SSPE.
Otros cargos que ha tenido son coordinadora del Centro Integral contra las Adicciones de La Pila y titular de la Unidad de Planeación Estratégica de la SSPE.
De los cuatro aspirantes, el abogado José Mario de la Garza Marroquín es quien podría resultar más polémico. Fue el primer presidente del Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obra Pública del Gobierno del Estado.
Formó parte del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) de abril de 2017 al 1 de septiembre de 2018. Presidió la Barra Mexicana de Abogados estatal y nacional, y actualmente preside el Consejo General de la Abogacía Mexicana.
La semana pasada, en Rompeviento.tv se señaló a De la Garza Marroquín como quien encabeza la estrategia legal de una cruzada empresarial denominada #NoMásDerroches, en contra de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, encabezada por Claudio X. González Guajardo y Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex.
El dato resulta relevante, dado que el principal señalamiento es que se prestó para encubrir y proteger la corrupción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), e impedir la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, con la promoción de 147 demandas de amparo.
El nivel de corrupción del que se le acusa contribuye a encubrir, se señala en el trabajo de Rompevienteo.tv, es 38 veces más grande que la Estafa Maestra por la que hoy se encuentra presa Rosario Robles Berlanga. Lo señalan además de promover amparos para impedir la recuperación del Lago de Texcoco y que pudiera ser rellenado.
Esa es la historia más reciente de los antecedentes de De la Garza Marroquín.
Por si fuera poco, los legisladores bien podrían sentirse agraviados por este personaje que encabeza la iniciativa Congreso Calificado, que cada tres meses emite calificaciones reprobatorias para los diputados.
Aún falta saber si hubo registro de aspirantes a la CS del SEA por vía electrónica. Por lo pronto, con los cuatro nombres que se conocen ya hay elementos para que proceso de selección mantenga al Sistema Estatal Anticorrupción con una zaga más de un espectáculo con muy poco avance para los fines para los que se supone que fue creado.
Algo así como que el show tiene que seguir… y la corrupción también.