SLP experimentó un decrecimiento económico del 2.8% en 2024

Desiree Madrid

San Luis Potosí registró un decrecimiento económico durante 2024, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el análisis de la plataforma “México, ¿cómo vamos?”.

Desde el segundo trimestre y hasta el tercer trimestre del año pasado, la entidad experimentó un decremento del 2.8 por ciento, en contraste con su desempeño de 2023, cuando alcanzó un crecimiento del 11 por ciento en el último trimestre del año.

El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) muestra que, en el tercer trimestre de 2024, la actividad económica de San Luis Potosí disminuyó un 1.1 por ciento a tasa anual. Esto se debe principalmente a una caída del cuatro por ciento en las actividades secundarias, que incluyen sectores como la manufactura y la construcción, fundamentales para la economía local.

Este retroceso posiciona a San Luis Potosí entre los estados con menor crecimiento económico en el país, mientras que Zacatecas, Oaxaca, Nuevo León, Puebla y Guanajuato lideran el crecimiento en 2024.

Factores que influyen en la desaceleración

Reducción del presupuesto federal: la disminución en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud ha generado incertidumbre en la financiación de servicios esenciales.

Impacto de políticas internacionales: la relación comercial con Estados Unidos es clave para la economía potosina, y el nuevo gobierno de Donald Trump podría traer modificaciones en tratados y acuerdos que afecten la inversión extranjera y el comercio.

Pese a lo que revelan los datos, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Salvador González Martínez, declaró recientemente que “en San Luis Potosí ahorita se vive un ambiente económico de calma, no hay ningún proyecto que esté detenido o un tema de expansión de alguna empresa ya establecida que esté detenido, sino todo lo contrario”.

Menor inversión y desaceleración en la industria: La caída en las actividades secundarias refleja una menor inversión en el sector manufacturero e industrial, lo que repercute en el empleo y la generación de riqueza en el estado.

Otro factor es la reducción del déficit presupuestario federal de cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024 a 3.2 por ciento en 2025.

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