María Ruiz
El académico e investigador Benjamín Alva Fuentes expuso los grandes desafíos que enfrenta la ciudad de San Luis Potosí para transformarse en una ciudad vertical, como lo ha propuesto el alcalde reelecto, Enrique Galindo Ceballos, en un contexto donde la infraestructura actual presenta serias limitaciones.
Alva Fuentes explicó que el desarrollo vertical, aunque es común en ciudades de América Latina desde el siglo pasado y en ciudades norteamericanas desde hace más de dos siglos, es relativamente nuevo en San Luis Potosí, donde no fue formalmente normado hasta el año 2021.
“El desarrollo vertical en la capital potosina es un tema complicado que comenzó a regularse a partir de los programas de desarrollo urbano. Aunque ya existían edificios autorizados por el Cabildo, fue con la Ley de Ordenamiento Territorial de 2018 que se limitó esta capacidad y las autorizaciones pasaron a ser regidas por la normativa urbana”, explicó.
A partir de 2021, surgió el concepto normado de cuántas viviendas se pueden construir por metro cuadrado en altura, un proceso que aún es un desafío.
Uno de los principales obstáculos, según Alva Fuentes, es la infraestructura obsoleta de la ciudad que requiere ser modernizada para soportar el aumento en la densidad habitacional.
“Tenemos infraestructura de servicios básicos, como agua y drenaje, muy antigua, que necesita ser mejorada antes de que podamos hablar de un crecimiento vertical sostenible. No es viable colocar 19 viviendas donde antes había una sin modernizar la infraestructura”, advirtió.
El investigador destacó que esta infraestructura también debe ser planificada para zonas específicas que puedan soportar la densidad vertical.
“El desarrollo vertical debe ser inteligente, priorizando aquellas áreas que cuenten con la capacidad de albergar este tipo de construcciones, como las zonas con vialidades amplias y servicios de transporte público”, señaló.
Un modelo de desarrollo urbano orientado al transporte es clave para la verticalización de San Luis Potosí.
“Esto significa que se permitirá la construcción en altura cuando existan sistemas de transporte público eficientes, vialidades amplias y adecuadas, y una infraestructura preparada para soportar la demanda de servicios. De lo contrario, solo estamos saturando las vialidades y congestionando más el tráfico, especialmente en áreas del Centro Histórico, donde las calles son muy estrechas y el acceso está limitado al automóvil”, comentó.
Además de la movilidad, Alva Fuentes subrayó la importancia de atender otros aspectos críticos, como la gestión pluvial.
“El tema de la infraestructura pluvial no puede ignorarse si queremos una ciudad con mayor densidad. Hemos visto cómo las lluvias recientes han afectado a la ciudad y este es un punto crucial que debe ser abordado antes de avanzar con la verticalización”, alertó.
Para Alva Fuentes, es esencial que la ciudad adapte su infraestructura y promueva un modelo de crecimiento urbano que priorice el transporte público, las ciclovías y vialidades amplias.
“Sólo entonces podremos hablar de un desarrollo vertical que no sobrecargue la ciudad, sino que la haga más eficiente y habitable”, concluyó el investigador.