Por Victoriano Martínez
¿Qué tan normal –o qué justificaría– que en el primer año de un sexenio se incremente la deuda con proveedores en un 146.75 por ciento como ha ocurrido con el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona?
La deuda del gobierno estatal con sus proveedores pasó de 236 millones 903 mil 328.30 pesos en septiembre de 2021 a 584 millones 563 mil 41.40 pesos en septiembre de este año. Prácticamente Gallardo Cardona logró un financiamiento para su administración por 347 millones 659 mil 913.10 pesos con cargo a sus proveedores… y con una tendencia creciente.
Si bien la deuda pública se ha mantenido a raya en torno a los 19 mil millones de pesos, según señaló en su comparecencia ante el Congreso del Estado el secretario de Finanzas, Jesús Salvador González Martínez, no aportó información adicional a la contenida en el informe y los diputados no pidieron explicaciones sobre detalles como el importante incremento en la deuda con proveedores.
Si se toma en cuenta que la deuda por 584 millones 563 mil 41.40 pesos está distribuida entre 769 proveedores, que la tercera parte de ese monto (30.13 por ciento) se lo deba sólo a seis representa un indicador de los rubros en los que ha preferido –por necesidad o no– el financiamiento vía proveedores.
Entre esos seis proveedores aparecen la Fiscalía General del Estado (FGE) a la que se le deben 37 millones 976 mil 917.12 pesos y el Poder Judicial con una deuda por 27 millones 810 mil 677.53 pesos, es decir, se dispuso de recursos del presupuesto de dos áreas gubernamentales relacionadas con la aplicación de justicia para aplicarlos a otras a las que se les dio mayor prioridad.
Hace un año no se tenía adeudo con el Poder Judicial y en el caso de la FGE el adeudo era por 29 millones 140 mil 949.78 pesos. Un aumento del 30.32 por ciento.
El proveedor al que se le debe más es Investigaciones Médicas del Potosí, S.A. de C.V. (Hospital de la Salud), con una deuda por 40 millones 404 mil 613.25 pesos que no puede ser considerada como heredada, ya que en septiembre de 2021 a ese proveedor se le debían 57 mil 433.92 pesos.
En cambio, otro de los proveedores con mayor adeudo (Aseguradora Patrimonial Vida, S.A. de C.V.) aparece con 25 millones 128 mil 513.42 pesos como monto adeudado desde septiembre de 2021 sin que se haya incrementado, pero también sin que se le haya abonado un solo centavo. Una deuda totalmente heredada a la que no se le presta atención.
La Sección 52 del SNTE, a pesar de que se la ha abonado –se le ha atendido– se mantiene como proveedor con el se tienen de los mayores adeudos: 20 millones 229 mil 61.33 pesos. Hace un año se le debían 30 millones 866 mil 956.31 pesos, una reducción del 34.46 por ciento.
A Nómina Apoyo SAPI, S.A. de C.V. se le debían en septiembre de 2021 3 millones 551 mil 30.59 pesos, en un año el adeudo se incrementó a 24 millones 571 mil 402.84, un aumento del 591.95 por ciento.
Entre los incrementos de los adeudos con proveedores, vale mencionar que, con contratistas por obras públicas por pagar a corto plazo, el adeudo aumentó de 58 millones 32 mil 981.70 pesos en septiembre de 2021 a 103 millones 953 mil 639 pesos en septiembre de este año, un incremento del 79.13 por ciento.
Si al financiamiento vía proveedores se aumenta el que aún se mantiene sin cubrir por 210 millones de los mil 500 millones de pesos de los créditos quirografarios adquiridos en noviembre, el financiamiento al que habrá accedido el actual gobierno sin recurrir al Congreso del Estado ha sido por 557 millones 659 mil 713.10 pesos, por esos dos conceptos.
El Tercer Informe Trimestral 2022 presentado por la Secretaría de Finanzas reporta 7 mil 899 millones 405 mil 47 pesos como el saldo total por Pasivos Circulantes, 2 mil 863 millones 2 mil 59 pesos más que lo reportado hace un año.
Una cifra que muestra el tamaño de las omisiones de los diputados para pedir aclaraciones y explicaciones al titular de la Secretaría de Finanzas que confirma lo inútil de las comparecencias a propósito del primer informe ante un Congreso del Estado sumiso que hacer comparecer a los funcionarios resulta peor que no hacerlo.