Foto y nota: Estela Ambriz Delgado
Para abatir la crisis hídrica en la zona metropolitana el Gobierno Municipal únicamente propone la perforación de pozos; sin embargo, no se plantea la protección de áreas de recarga del acuífero como la Sierra de San Miguelito. Tampoco se ponen sobre la mesa las consecuencias de la sobreexplotación de los mantos acuíferos, como la alteración de fallas geológicas que deriven en zonas de hundimiento, lo que puede poner en peligro viviendas y patrimonio histórico.
De ello versó la conferencia “Importancia de la conservación de la Sierra de San Miguelito: Una mirada geológica e hidrológica”, del Ingeniero Adolfo Rojano Guido, quien señaló las fallas geológicas en la ciudad se están multiplicando debido a la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
Rojano Guido señaló que la perforación de pozos se hace precisamente en estas fallas, por lo que la recurrencia a esta alternativa para abastecer a la ciudadanía traerá importantes consecuencias:
“Hablan de hacer más presas, de hacer más pozos, pero yo no los oigo a ellos decir cómo van a rellenar ese acuífero. ¿De dónde van a sacar el agua para rellenar esas presas, si no llueve, si no hay árboles? Entonces, lo que se tiene que hacer es que el acuífero vuelva a tener recarga, ¿cómo va a tener recarga? Si podemos reforestar la Sierra de San Miguelito, nos va a ayudar bastante. Hay lugares inhóspitos y distantes donde está quemada la sierra”.
Asimismo, Rojano Guido indicó que hay un discurso que se ha ido modificando para que los potosinos se queden con la idea de que la Sierra de San Miguelito no aporta agua a la ciudad. Menciona que el recurso hídrico de San Luis Potosí está clasificado en dos acuíferos: uno somero granular y uno profundo volcánico fracturado. Éste último está separado por un estrato de arena fina compactada de baja conductividad hidráulica; sin embargo, esta información fue manipulada para decir que estas arenas finas compactadas son impermeables.
En el mismo sentido precisó que el acuífero somero —el de mayor extensión— es denominado como RH37, pero no se menciona que se trata de la Presa San José, que ya fue invadida por el Fraccionamiento Villa Magna.
“Esa era una un área muy importante donde no se debió de haber dejado que construyeran casas, también era parte de una biosfera. Se le cambió el nombre dejando sólo la nomenclatura y se construyeron las casas”.
El ingeniero Rojano Guido también señaló que la extensión establecida del acuífero somero, de 230 kilómetros cuadrados, es ilógica pues representa casi las dimensiones de la ciudad.
“¿Cómo un acuífero somero, que es la parte alta, va a tener esas dimensiones si viene de muchos lados esa agua? Me parece ilógico”.
Además, advirtió que de nada serviría traer agua de otros lugares, como en el caso de la presa El Realito, pues el agotamiento del acuífero provocará mayores alteraciones en las fallas geológicas y, por ende, graves daños al patrimonio de la ciudad, inclusive en zonas como el Centro Histórico.
Adolfo Rojano mencionó que el crecimiento de la Zona Industrial abatirá aún más el acuífero. Las fallas geológicas que se han encontrado, con una orientación casi hacia la Zona Industrial, señalan un cono de abatimiento del acuífero que va hacia esta área, por lo que se debe considerar un desarrollo basado en la sustentabilidad y en mejores negocios que si contraten mano de obra local con salarios dignos, puesto que actualmente sólo se está explotando el manto acuífero y se dejará a los potosinos sin nada.