María Ruiz
De 100 centros de rehabilitación de adicciones que funcionan dentro del estado, tan solo cinco cuentan con la regulación estipulada por la ley, así lo informó el secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León, quien aseguró que estas cifras exponen la gravedad del problema.
Explicó, además, que esto es un modus operandi que se da luego de que una persona rehabilitada es dada de alta en este tipo de centros y decide –por cuenta propia– crear una nueva clínica.
“La creación de estos centros genera algunas de las veces ganancias, es un motivo por el cual ha proliferado la creación de estos centros de rehabilitación”, dijo.
Respecto al trabajo de las autoridades para regular estos espacios de rehabilitación, Acosta Díaz de León señaló que la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Protección Civil Municipal de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez y los Servicios de Salud trabajan conjuntamente para evitar su proliferación y alejarlos de toda legalidad.
El pasado 5 de enero, el Congreso del Estado aprobó el Punto de Acuerdo que exhorta a la Coordinación Estatal de Protección Civil y a las 58 coordinaciones de Protección Civil Municipal a realizar una jornada de verificación de las condiciones de seguridad en los centros de tratamiento y rehabilitación de adicciones en la entidad.
También tendrán que indagar si estas clínicas funcionan debidamente bajo los protocolos establecidos y un modelo de atención profesional según la Ley de Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones para el Estado de San Luis Potosí.
Dicha ley establece que los centros de rehabilitación, ya sean de carácter público o privado, deben instaurar lineamientos según lo estipulado por lo que la secretaría encargada deberá practicar visitas periódicas para el cumplimiento de la misma.
Por último, en San Luis Potosí, según las últimas cifras recabadas a través de las tareas de inteligencia e investigación por parte de las instancias de seguridad, en junio del año pasado se detectaron al menos 40 mil consumidores de algún tipo de droga.