El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
No basta con buenas leyes y con instrumentos informáticos de avanzada para que la transparencia gubernamental se vuelva una realidad. Esta semana, al cumplirse el plazo de la Ley de Transparencia estatal para que los sujetos obligados hicieran pública la información que deben difundir de oficio, los funcionarios estatales de todos los niveles y sectores dieron ejemplos de su vocación por la opacidad al poner a disposición de la población documentos que no contienen mayor registro que el de una descarada simulación. Quien se aventuró a recorrer los 14 clics que separan a un usuario Web de la información pública que se difunde de oficio se topó seguramente con documentos testados con los que daba lo mismo subir un formato en blanco que con los espacios pintados de negro, o con aclaraciones que anteponen la voluntad del funcionario o hasta un reglamento al cumplimiento de la ley, o –la más generalizada– la falaz afirmación de que el dato o documento buscado “no se genera”. LA CEGAIP ya agregó una opción que pone la información a seis clics, pero el resultado final no deja de ser el mismo: sujetos obligados que simulan informar. Les falta transparencia pues, pero de ninguna manera imaginación para encontrar maneras de simular que son muy transparentes.
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Sólo 32.6% de sujetos obligados inicia cumplimiento de Ley de Transparencia
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Incumplen Magistrados y Jueces del Poder Judicial con obligación de difundir 3de3