Sorprendido por el mundo, luego de 44 años en prisión

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Estados Unidos (27 de noviembre de 2015).- Otis Johnson ingresó a prisión a finales de los años 60 por intento de homicidio a un policía. En ese entonces tenía 25 años, y 44 años más tarde, en agosto de 2014, fue liberado.

El mundo ha cambiado por completo, y meses después, a Otis le sigue sorprendiendo.

Paseando por Times Square, en Nueva York, Johnson alucinaba: ¡Hay videos en las ventanas, los escaparates son videos!; lo que más le ha sorprendido a Otis de este mundo futurista en el que vivimos, es cómo usamos la tecnología. “Todo el mundo camina con cables colgando de sus oídos. Parecen agentes de la CIA”.

Johnson perdió el contacto con su familia a finales de los años 90. Desde entonces no ha tenido nadie con quien comunicarse, nadie del “exterior” que le contara lo que ocurría en el mundo.

Pero Otis no piensa en el pasado. Sencillamente, intenta lidiar con el presente y por su encaje en el mismo; y cuenta que se siente bien. Le gusta tomar el aire, que le dé el sol en al cara y observar a la gente: “Está bien esto de ser libre”.

En el supermercado, Otis alucinó: “Hay tantas cosas para comer y de tantos colores… parece divertido”.

Otra de las cosas que le ha dejado pasmado es el precio de una llamada desde una cabina telefónica: “Antes de que entrara en prisión costaba unos 25 céntimos, ¡Ahora a 1 dólar! Pero bueno, ya nadie las usa”.

El metro no le ha gustado mucho: “La gente va muy pegada. Prefiero ir en bus”.

Ver el mundo con otros ojos. Esto es lo que hace Johnson después de 44 años. Sus observaciones, lejos de parecer desfasadas, resultan interesantes para reflexionar sobre el presente.

Fuente: La Silla Rota.
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