Ciudad de México (20 de septiembre de 2016).- La cadena de cafeterías Starbucks donó más de un millón de plantas resistentes a enfermedades como la roya, en beneficio de más de 70 mil familias en el estado de Chiapas.
De acuerdo con el director general en México de la marca, Marc Branet, lacadena productiva del café constituye uno de los rubros más importantes del sector agroindustrial en el país, toda vez que su importancia no es sólo económica, pues también tiene un impacto social y ambiental que genera el sustento de millones de familias.
“Ahora celebramos la donación de más de un millón de plantas en beneficio del campo mexicano, y buscaremos continuar con este esfuerzo en los próximos años”, expresó.
Destacó que la campaña busca sumar esfuerzos entre socios, clientes y caficultores, y lograr en tres años la donación de miles de plantas a 350 productores de la región, a fin de rehabilitar 350 hectáreas de cultivos de café y con ello contribuir con la sostenibilidad de la industria.
Para el presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Café (Anicafé), Félix Martínez Cabrera, la producción del aromático en México ha bajado.
Refirió que del ciclo 2011-2012, cuando se produjeron 4.5 millones de sacos, al ciclo 2015-2016 que está por cerrar este mes, la caída estimada será de 48 por ciento, a 2 mil 340 millones de sacos.
El directivo comentó que sin embargo, el consumo de café en el país sigue en aumento, con un cálculo de 1.4 kilogramo por persona.
Saludos desde los colores del otoño. ?? #PLMexicoTour pic.twitter.com/OM19OF9pQc
— Starbucks México (@StarbucksMex) 20 de septiembre de 2016
Ante ello, indicó que la brecha de producción y consumo se amplió y con ello el trabajo de renovación de cafetales que realiza el gobierno y los sectores social y privado adquiere una importancia estratégica.
“El objetivo es cerrar esta brecha con mayor producción por hectárea, a través una mayor densidad de plantas de mejor calidad, que sólo será posible mediante la suma de esfuerzos para que Todos Sembremos Café”, agregó.
Fuente: Excélsior.