Ciudad de México, (28 de mayo de 2015).- “Gente muy peculiar” es aquella que compra libros y documentos históricos en una subasta. Poseen un perfil muy distinto a los que adquieren arte moderno, joyas o antigüedades.
“Es gente muy culta, no le gusta asistir a eventos, son ratones de biblioteca”, admite Jesús Cruz, responsable del departamento de libros en la casa de subastas Morton. Por esta razón, los coleccionistas prefieren pujar desde casa, como sucedió la tarde del martes en la subasta mensual de fotografía, grabados, litografía, documentos, mapas y libros. En la sala había apenas unas 20 personas, mientras que el resto se comunicaba por teléfono.
Entre los objetos expuestos, se encontraban la primera edición de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, que fue vendido sin grandes disputas en 18 mil pesos.
También se vendió, con mucha demanda, un lote de 29 acuarelas de Claudio Linati, artista italiano que llegó a México en 1825 y que estableció un año después el primer taller litográfico en el país. Registró la vestimenta y los paisajes de la primera mitad del siglo XIX. Su obra se vendió en un millón 280 mil pesos.
Otros lotes disputados fueron reliquias de la independencia: la primera, fue el edicto expedido por el Santo Oficio para excomulgar al cura Miguel Hidalgo después del grito de Independencia en Dolores; en dicho documento se acusa a Hidalgo de herejía por haber formado el ejército. De este documento sólo existen 6 copias. Se vendió en 591 mil pesos.
Por otro lado, una carta de José María Morelos que escribió en 1813 también pasó el medio millón al ser vendida. Ahí se dirige al diputado Carlos Bustamante y cierra con la frase: “Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales. Y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud”.
Todas las subastas de Morton se encuentran abiertas al público, incluidas las de los departamentos de Arte Moderno, Antigüedades, Joyería, Libros y documentos y vinos.
Fuente: Milenio.
