”¿Te presto a mi muchacha?”: discriminación, violencia y el Día Internacional de la Trabajadora del Hogar

Lúminas, Centro de Derechos Humanos A.C.

Alba, Gladys y Elizabeth, trabajadoras del hogar y organizadoras sindicales con las que trabajamos desde hace algún tiempo estaban preparándose para la grabación de “Valientes y valiosas: el podcast de las trabajadoras del hogar”, y a modo de chiste comentaron cuando algunas personas empleadoras sugieren entre ellos “el préstamo” de sus servicios. Es decir, eso que en grupos virtuales exclusivos de mujeres se ve con relativa frecuencia: el intercambio del espacio laboral de la trabajadora del hogar sin su consentimiento, como quien presta un electrodoméstico, y no una persona con deseos, anhelos y sobre todo derechos.

 Fuente: Facebook

En este sentido, Cumes Simón en su texto “La india como sirvienta” (2014), menciona que las mujeres indígenas o rurales fueron obligadas a trabajar como sirvientas a través de métodos de despojo y control para hacerlas obedientes bajo un sistema patriarcal de dominación colonial. Fueron despojadas de sus tierras y recursos para volverlas dependientes de un sistema que las explotó. Este despojo no sólo fue económico, sino que también buscó crear una identidad de sirvientas en lugar de ciudadanas.

Según cifras de la ENOE en 2021 había 47,481 personas en San Luis Potosí dedicándose al trabajo del hogar, de las cuales 89% son mujeres y 11% son hombres. A pesar de ello el Instituto Nacional Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta solamente 606 personas afiliadas al esquema de incorporación obligatoria para las Personas Trabajadoras del Hogar. Aunado al inacceso al derecho a la salud, el 65% de esta población recibe por su trabajo únicamente lo equivalente a un salario mínimo, lo que aumenta las dificultades para mejorar sus condiciones de vida.

A pesar que el derecho a la seguridad social, prestaciones laborales y remuneración digna se encuentra regulado en la Ley Federal del Trabajo y respaldado por el OIT 189 del que México forma parte, aún existen graves contextos de violencia y discriminación que deben sortear las personas trabajadoras del hogar, especialmente las mujeres quienes en su mayoría son mujeres racializadas, precarizadas y analfabetas que se ven obligadas a aceptar condiciones indignas de trabajo.

Las y los empleadores han naturalizado acciones y actitudes que vulneran los derechos laborales y dignidad de las trabajadoras del hogar. En parte porque este trabajo no es reconocido como tal ya que suele percibirse como una “ayuda” lo que parece eximirles de obligaciones patronales. Por otra parte, al ocurrir esta labor en el espacio privado es más fácil incurrir en acciones violentas directas e indirectas. Hace algunos meses una empleadora escrachó sin empacho a una trabajadora del hogar por tomar café en su espacio de trabajo, ajá, por tomar café. ¿Esto sería bien visto en otros espacios de trabajo? ¿Imaginas que en la oficina el jefe te exponga públicamente por beber café? ¿Por qué será tolerado que las trabajadoras del hogar sean deshumanizadas y tratadas como una herramienta más de trabajo en casa?

Fuente: X

Aunque han existido avances en el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar a nivel nacional –reconocidos gracias a la lucha de las trabajadoras del hogar organizadas–  sobre todo en la muy reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Seguridad Social, en donde se reconocen los derechos de las trabajadoras, no obstante, todo lo que acabamos de relatar anteriormente evidencia que aún queda mucho por hacer para que las trabajadoras del hogar tengan un alcance efectivo de sus derechos humanos laborales. Es una deuda histórica.

 Fuente: Facebook

Esto sigue ocurriendo en el marco de una sociedad que constató la importancia del trabajo reproductivo y de cuidados después de la pandemia por Covid-19. Sin embargo el trato desigual y discriminatorio hacia las trabajadoras del hogar por parte de toda la sociedad se perpetúa en su día a día, como podremos escuchar de la voz de Alba, Gladis y Eli, quienes nos cuentan los diversos tipos de violencia y desafíos que han experimentado por parte de las personas que las emplean en el podcast que produce nuestra organización y que podrán escuchar desde el 30 de marzo, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.

Es por eso que en este Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar Remuneradas recordemos que los derechos laborales son derechos humanos, que el trabajo del hogar es un trabajo y que las trabajadoras del hogar deben ser reconocidas como trabajadoras, que como cualquier otra, merecen respeto y dignidad.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Lúminas, A.C. es una organización sin fines de lucro dedicada a la promoción y defensa de los derechos humanos con especial atención en las mujeres y las infancias y sus Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA). La integran Olga Elizabeth Lucio Huerta, Gabriela Alejandra Rodríguez Cárdenas, Mónica Reynoso Morales, Fátima Patricia Hernández Alvizo y Maritza Aguilar Martínez.

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