Tejido guinda del 27

Octavio César Mendoza

Para la elección constitucional del 2027 en San Luis Potosí, tal como me permití expresarlo la semana pasada, sólo hay de dos sopas: o Morena va con el Verde para retener gubernatura, congreso local y representación federal, gracias al trabajo realizado por el mandatario José Ricardo Gallardo Cardona al frente del poder ejecutivo, o se lanza a la aventura en solitario para impulsar, también, a las únicas dos posibles candidaturas fuertes para tal nivel de contienda: las hermanas Rosa Icela y Rita Rodríguez. En los dos casos, Claudia Sheinbaum está siendo informada.

Como veo doy: una ruptura de la alianza Verde-Guinda en San Luis Potosí es una jugada de alto riesgo para ambos jugadores; pero sobre todo para Morena, y la presidenta lo sabe. Ella entiende que hay anhelos personales y razones de peso en la determinación que llegue a tomar: por un lado, un eventual fortalecimiento de los compromisos pactados por su antecesor y el famoso pollo; y por el otro, una amable cortesía política que observa los méritos históricos de lealtad, trabajo y compromiso, tanto por el afecto entrañable como por el objeto puro del poder: tener todas las piezas bajo su control.

Para atender ese galimatías es que ha ordenado, a dos personajes de alta influencia en las estructuras del Movimiento de Regeneración Nacional sección Potosí, enviar a sus personeros a medir el hervor de las aguas locales. Los señores Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal se han dado a cumplir esa tarea de tocar las fibras sensibles, dado que el señor Augusto ha sugerido a su delfín huasteco hacer las paces con el mandamás local, para no descobijar sus otros asuntos. Por el lado de las hermanas Rodríguez es que van los dos primeros, desde luego.

Las cartas que mostraré a continuación están jugando por la coordinación de una eventual campaña de Morena en el 2027, aunque de momento despliegan sus maniobras con las estructuras que tienen a la mano, que no son poca cosa. Se trata de Jesús Veledíaz, que articula la Avanzada Nacional de Ebrard en territorio del Potosí; Elí Cervantes, que conoce bien las profundidades del morenismo local; Francisco Castillo, que ha estado al pendiente de las hermanas Rodríguez, y Jesús Cerecero, que sabe operar el voto oculto y mover números.

Estos cuatro personajes, que escapan de los radares del foco público por ser discretos y eficientes, pero sobre todo obedientes, han llevado a cabo el levantamiento de encuestas en paralelo a las propias que realiza la SEGOB, y en el cruce que obtienen con las intenciones de voto de otras instituciones locales (mejor no digo cuáles, para mantener la emoción) resulta y resalta que sí y sólo sí es posible ganar si logran acordar entre sí y controlar el ánimo cuasi indómito de las tribus morenistas lideradas por quienes sólo quieren y tienen hueso. Dixit, y ni pex.

Dicho en español políticamente correcto: la mayor parte de los liderazgos “visibles” de Morena en San Luis Potosí, que ocupan diputaciones o posiciones afortunadas de poder en el Gobierno Federal, trabajan sólo para sí mismos o sus parientes (lo cual ya está mal visto) y ese tipo de bien pagados “generales” suelen perder las batallas mucho antes del primer disparo. No entienden que el eje de la decisión de la presidenta radica en 1) llegar a un acuerdo imprescindible con el pollo, y 2) tener a un jefe de campaña que le sepa entrar duro y tupido a la organización de un ejército electoral.

Jesús Veledíaz fue quien manejó las redes territoriales de la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard en varios estados, incluyendo el del Potosí; también de su pecunio surgieron (primero en lo local, y luego tras bambalinas federales) las propuestas de reforma constitucional anti relección y anti nepotismo, y otra que impide a quienes ganaron por un partido político cambiarse a otro una vez instalados en el poder. ¿Avanzada Nacional y El camino de México les suena en algo? Él tiene mucho qué ver en ambos casos.

Por otra parte, Elí Cervantes es un personaje histórico de la oposición de izquierda en el Estado potosino, junto a un amigo suyo con quien compartió fórmula en el Senado de la República durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. La suya es tarea de profundidades en el sector indígena, campesino y popular. Su visión cultural ideológica marxista-leninista los identifica en buena medida con la mera-mera en sus experiencias (dicen) guerrilleras, y es evidente su cercanía militante y afectiva con las hermanas Rodríguez; sobre todo con Rita.

Francisco Castillo también es muy cercano a Rita, y atiende su agenda de expansión territorial mientras trabaja en el congreso federal como buen mozo, no como otros que querían pero no pudieron. Él es quien ha sumado a liderazgos de chile, mole, pozole, manteca y tutifruti de todos los signos ideológicos. Ahí andan ilusionados ex panistas venidos a menos, ex priístas expulsados del antiguo todopoderoso partido, y ex perredistas en situación de abandono. Si los puede mover a ellos, puede mover otros entusiasmos, incluidos los de los decepcionados.

Jesús Cerecero, el último pero no el menos importante, es quien armó la estructura que logró llevar a Arturo Segoviano (sí, el mismo) a la candidatura independiente en el proceso electoral por la gubernatura potosina en el 2021. El traslado de 30 mil votos del entonces independiente, fueron trasvasados hacia la gallardía sin hacer mayor ruido ni pedir mayor recompensa que un espacio para servir en favor de sus amigos. Hoy, en otro de sus lances humanistas, es subdelegado de la Cruz Roja; pero también es cercano colaborador de Ricardo Monreal. Ojo, mucho ojo.

De hecho, y para estirar más la telaraña, en el lance final del proceso interno de Morena para elegir su a la postre candidata a la presidencia de la República Mexicana (antes de Trump) Cerecero y Veledíaz fueron los hilos conductores de Ebrard y Monreal, y llegaron a cruzarse en el camino sin obstruir sus encomiendas, construyendo una estructura que, en su conjunto, sería la que trabaje con mayor efectividad por la causa morenista en San Luis Potosí; siempre y cuando la científica en el poder se decante por una mujer de vestimenta guinda para la gubernatura potosina.

Tanto Jesús Veledíaz como Jesús Cerecero son perfiles de esos que los muy alzados consideran bajos, o los ningunean en los eventos de toma de posesión de los cargos que les ayudaron a ganar. Y si a su posible designación como jefes de una eventual campaña morenista, así como a la también eventualmente jefatura de Elí Cervantes y Francisco Castillo de la ibidem, se suma la coordinación en la sombra del Opera Mundi de las hermanas Rodríguez (insisto: si asumen el riesgo de no ir con el Verde) se verá en qué amplitud y profundidad se crece hoy imaginario ejército electoral guinda.

Se decida lo que se decida, en el 2027 estarán operando los cuatro, y esto no es política-ficción, dijera el padre del TLC.

Gracias. Nos entre leemos en estas Historias Paralelas la siguiente semana, si Dios, para acabarnos lo que queda de PAN y su último gallo para el 27.

Todos: ¡Amén!

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es poeta, escritor, comentarista y consultor político. Actualmente ocupa la Dirección General de Estudios Estratégicos y Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno del Estado. Ha llevado la Dirección de Publicaciones y Literatura de la Secult-SLP en dos ocasiones, y fue asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, en el Ayuntamiento y Gobierno del Estado de SLP, y en Casa de Moneda de México. Ganador de los Premios Nacional de la Juventud en Artes (1995), Manuel José Othón de Poesía (1998) y 20 de Noviembre de Narrativa (2010). Ha publicado los libros de poesía “Loba para principiantes”, “El oscuro linaje del milagro”, “Áreas de esparcimiento”, “Colibrí reversa”, “Materiales de guerra” y “Tu nombre en la hojarasca”.

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