Etiopía (23 de agosto de 2016).- El maratonista que hizo una señal en contra el gobierno durante los Juegos Olímpicos de Río mientras llegaba a la meta no será procesado cuando regrese a su país, informaron autoridades de Etiopía.
El comunicado del gobierno surgió poco después que Feyisa Lilesa dijo a los periodistas que podría ser asesinado o encarcelado si alguna vez volvía a Etiopía. Consideró que protestar dentro de su país es “muy peligroso”.
El medallista de plata cruzó sus muñecas en un intento por llamar la atención mundial hacia las protestas mortales en la región de Oromia en su país. Declaró a los reporteros que el gobierno etíope está matando a las personas y tomando sus recursos.
Un portavoz del gobierno, Getachew Reda, dijo a la afiliada estatal Fana Broadcasting Corporate que a Lilesa le “será conferida una bienvenida heroica junto con los miembros de su equipo”.
No estaba claro de inmediato si Lilesa planea regresar a su nación.
El por qué del apoyo a su tribu.
Los planes gubernamentales sobre las tierras que rodean la capital para proyectos de desarrollo generaron feroces manifestaciones en noviembre y se extendieron por meses, en los peores disturbios que enfrentó el país en más de una década.
Etiopía, una de las naciones más pobres del mundo durante mucho tiempo, se ha industrializado rápidamente en la década pasada. Sin embargo, la reasignación de tierras es un tema espinoso para sus ciudadanos, muchos de los cuales viven de la agricultura.
Las autoridades abandonaron los planes en enero, pero las protestas resurgieron este mes debido a que manifestantes opositores continúan detenidos. Grupos de derechos humanos dicen que cientos de personas han muerto. El Gobierno cuestiona las cifras y afirma que las protestas ilegales de “fuerzas contra la paz” han sido controladas.
“Oromo es mi tribu (…) El pueblo Oromo ahora protesta lo que es correcto, por paz, por un lugar”, explicó Lilesa tras la prueba.
“Tal vez me vaya a otro país (…) eres libre solo si apoyas al Gobierno”, dijo.
Fuente: Excélsior.