Temporada inédita de nombramientos

Por Victoriano Martínez

Como nunca en los últimos meses de un sexenio, en el de Juan Manuel Carreras López se barajan nombramientos al por mayor con repercusión para un séptimo año sin sobresaltos. Como siempre, el mandatario tiene manga ancha para operar con un Poder Legislativo tan sumiso, que los esfuerzos de los diputados por complacer al gobernador están a la orden del día.

El 30 de julio del año pasado pareció que los diputados dieron una muestra de cierto contrapeso con el Ejecutivo cuando le rechazaron su propuesta de ratificar como consejero de la Judicatura a Javier Delgado Sam.

Una impresión que duró apenas 21 días, cuando los diputados volvieron a someter al Pleno el nombramiento con la misma propuesta por parte de Carreras López quien, por el resultado favorable, fue claro que operó para que los legisladores se desdijeran. Por cierto, su enlace con el Poder Legislativo era el hoy secretario de Gobierno, Jorge Daniel Hernández Delgadillo.

Aquello que se planteó como rechazo en realidad quedó expuesto como un caso en el que simplemente no se había hecho la suficiente labor de convencimiento para alcanzar la votación requerida para hacer efectivo el nombramiento.

Una labor insuficiente que quedó expuesta por segunda ocasión cuando el 26 de agosto, apenas cinco días después, tampoco lograron los votos necesarios para elegir a Felipe Aurelio Torres Zúñiga como Fiscal Anticorrupción, y la terna debió ser devuelta al Ejecutivo.

Tan reciente estaba el caso Delgado Sam, que más tardaron en no alcanzar a aprobar el nombramiento de Fiscal Anticorrupción que el diputado Martín Juárez Córdova, entonces presidente del Congreso del Estado, en declarar que el Ejecutivo podría volver a enviar otra terna que incluyera a Torres Zúñiga para repetir la hazaña de sumisión.

Antes que insistir con Torres Zúñiga, Carreras López le tenía otra misión a los diputados: la ratificación de tres magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y a la no ratificación de otros seis.

A tal extremo exhibieron su sumisión, que el diputado Oscar Vera Fabregat describió aquella sesión del 1 de octubre de 2020 con la expresión ¡Qué papelón! Y hubo señalamientos de compra de voluntades y hasta lamentos del propio Vera Fabregat de no tener dinero suficiente para haber cambiado la decisión.

Hoy, a 141 días de terminar el sexenio y a 29 días de la elección del próximo gobernador, el reacomodo de piezas lo lanza Carreras López prácticamente en cascada con ternas a modo:

Para la renovación de las magistraturas del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA) destacan en las ternas los nombres de Carlos Enrique Arreola Sánchez, tío de una diputada y padre del secretario particular de superdelegado Gabino Morales.

También está el nombre de Jorge Alejandro Vera Noyola, hijo de un diputado, y ex fiscal anticorrupción y ex enlace Legislativo de Carreras López. A la larga, parece que su renuncia a la Fiscalía sin denunciar las obstrucciones que dijo padecer queda en una suerte de prefiero serle útil desde otro cargo, señor Gobernador.

Resulta relevante que la diputada Beatriz Benavente haga la observación de que el Congreso del Estado aún no es notificado de la renuncia de Juan Ramiro Robledo como magistrado del TEJA y ya hayan recibido del Ejecutivo la terna para elegir a su reemplazo.

Además de mostrar el poco respeto hacia los diputados como representantes de uno de los tres poderes, Carreras López exhibe la urgencia de acomodar sus piezas para dejar tranquilo la silla gubernamental.

En esa misma urgencia se inscriben las ternas enviadas para sustituir a parte de los magistrados del Poder Judicial que no fueron ratificados, pese a que no se han resuelto las impugnaciones de cuatro de ellos.

Un juego con una baraja de nombramientos inflada artificiosamente para contar con elementos de negociación para afianzar las posiciones que le interesan, al grado de que entre las ternas puede aparecen el nombre de un hermano del dirigente del PAN.

Una exhibición de un juego de intereses como nunca, en el que el interés general es ignorado por completo… como siempre.

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