Tercer Informe: de “influencia mediática” y un Gallardo abandonado

Jaime Nava

Dos camionetas blancas tripuladas por hombres con armas largas, corte de cabello tipo militar y de oscuro semblante ingresaron por el tramo peatonal de la calle de Los Bravo y se estacionaron a un costado del Palacio Municipal. Minutos antes de que el tiempo partiera a las seis por la mitad, de uno de los vehículos descendió Ricardo Gallardo Juárez.

Saco en mano, caminó entre transeúntes, que poca atención le prestaron, hasta las puertas del Palacio. Afuera, a diferencia de otros años, no acudió nadie a recibirlo entre vítores. Adentro, en el Salón de sesiones, empleados y medios de comunicación superaban en número a los tres regidores que ahí se encontraban; mientras tanto, Gallardo permanecía atrincherado en una oficina contigua.

Minutos después de la hora señalada y sin el equipo completo salió de su encierro el alcalde de la capital para cumplir con el acto protocolario de entregar al Cabildo una copia del informe del último año de su gestión.

La sesión inició con un obligado pase de lista que puso en evidencia la ausencia de cuatro regidores: Laura Gama Bazarte del Partido Acción Nacional, Leticia Lozano Martínez del Partido Revolucionario Institucional, Isaac Ramos López y Gerardo Gutiérrez Turrubiates del Partido de la Revolución Democrática. La noticia molestó al presidente municipal, pero logró disimular su enojo perdiéndose en la lectura de unas hojas a las que se aferró a lo largo del breve acto.

En menos de cinco minutos, Ricardo Gallardo Juárez entregó el informe y comenzó a despedirse de los regidores, momento oportuno para interceptarlo y pedirle una entrevista, pensé con demasiada obviedad. Cuando me acercaba al alcalde, una joven empleada municipal me interceptó para informarme que no daría entrevistas, sino hasta después de que se presentara el informe en otro evento en el Teatro de la Paz.

“Ya está aquí”, respondí.

Decirle “alcalde” fue suficiente para llamar la atención de un sonriente Gallardo que, en principio, accedió a responder unas preguntas:

JN: Está por concluir su administración y, por lo menos, hay tres mujeres involucradas en hechos de corrupción que lo vinculan a usted también como: Sandra Sánchez Ruiz, Paloma Martínez Hurtado y Lidia Margarita Carmona que es a quien usted les vendió varias propiedades, entre ellas, el terreno al que le acaban de aprobar el cambio de uso de suelo. ¿Será que puede explicar cuál es su relación con estas mujeres ahora que ya se va?

  1. Todo es mediático y eso lo estás haciendo tú, deja pues que las autoridades se encarguen y que ellas deslinden si hay alguna responsabilidad. Muchas gracias, respondió y comenzó a buscar la salida del Salón de sesiones.

JN: Pero están los documentos…, traté de insistir.

Ricardo Gallardo se detuvo unos instantes para responder preguntas relacionadas a otros temas que le realizaron otros reporteros. Una pausa fue aprovechada para volver a cuestionarlo:

JN: Dice que es mediático, pero hay documentos de las compraventas que usted hizo…

RG: Que los presenten, que los presenten…

JN: Ahí están los documentos en el registro público…

RG: ¡Muy bien, que los presenten!

Decir que todo “es mediático” es desgastado recurso con el que una y otra vez Ricardo Gallardo Juárez ha pretendido auto exculparse los últimos tres años. Así comenzó su administración, mandando públicamente al diablo a los medios de comunicación que preguntan: ¿Quién es Sandra Sánchez Ruiz? La primera mujer a la que el ayuntamiento que encabeza le entregó decenas de millones de pesos a cambio, supuestamente, de medicamentos.

El mismo argumento dio cuando Astrolabio Diario Digital y medios nacionales publicaron extensos reportajes sobre el sorpresivo enriquecimiento del alcalde y su familia. Cuando el Frente Ciudadano Anticorrupción presentó una denuncia penal acompañada de cientos de firmas de respaldo para que la Fiscalía investigara ese hecho, Gallardo volvió a decir: “es lamentable que quienes dicen defender a la ciudad siembren mentiras y engaños con campañas de linchamiento mediático”.

Después de ese corto intercambio, al salir del Salón de sesiones se acercó una persona, que segundos más tarde se identificó como escolta de Gallardo, para hacerme una pregunta:

Escolta: ¿de qué medio vienes?

JN: De Astrolabio. Y tú, ¿quién eres?

Escolta: Soy del equipo de seguridad del alcalde

JN: ¿Para qué me preguntas eso?

Escolta: Nada más

Mientras esperaba a que Gallardo emprendiera la marcha hacia el Teatro de la Paz, el curioso escolta salió por la puerta principal del Palacio y posó para la fotografía que sabía que le iba a hacer.

Prácticamente nadie notó que quien abandonaba el Palacio era el presidente municipal que ha gobernado la capital del estado los últimos tres años; sin embargo, para las personas que se encontró al caminar los escasos 300 metros que separan al Palacio del Teatro de la Paz su presencia no pasó desapercibida, fundamentalmente porque iba rodeado de escoltas.

Antes de llegar a una Plaza del Carmen custodiada por elementos de la Policía Municipal y el Ejército, sólo una señora mayor saludó al alcalde. Tampoco hubo porras ni una multitud a la entrada del Teatro. En el vestíbulo fue recibido con aplausos por los empleados de su administración.

Pasaban ya de las siete de la tarde y el informe todavía no comenzaba. Los balcones y buena parte de las butacas de la planta baja estaban desocupadas. El director de Relaciones Públicas del ayuntamiento, Fernando Abud Sarquís, iba de un lado a otro dando instrucciones para que los vacíos se llenaran. “La gente, metan a la gente, sienten a la gente”, “Ahí hay lugar, mija”, se le escuchó decir.

De acuerdo con diversas fuentes, la mayor parte de los asistentes al informe provenían de Soledad de Graciano Sánchez, bastión gallardista. Los coordinadores de la estructura ofrecieron 200 pesos por persona a cambio de trasladarse y permanecer en el evento. Ni así llenó el lugar, algunos asientos se quedaron sin ocupar.

Los aplausos y las porras hacia Gallardo sí se escucharon adentro cuando apareció acompañado por su esposa. Caminaron hasta la primera fila donde saludaron a Juan Manuel Carreras, Sonia Mendoza y Juan Paulo Almazán Cue, representantes de los tres poderes del estado.

Con una sonrisa, el gobernador aceptó la lluvia de abucheos que le cayó cuando la presentadora agradeció su presencia. A juzgar por los gestos que hizo antes de que se mencionara su nombre, Sonia Mendoza se preparaba para recibir con igual agrado la misma dosis que le recetaron al gobernador; no obstante, recibió más aplausos que abucheos. Del privilegio de ser desconocido por la mayoría gozó el representante del Poder Judicial a quien le obsequiaron aplausos de trámite.

Como buena parte de los asistentes eran del municipio que gobierna, la euforia se desató cuando en las bocinas se escucharon los nombres del alcalde de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte y de la presidenta del DIF de ese municipio, Ruth Miriam González Silva, quien hizo más evidente la ausencia de su esposo, Ricardo Gallardo Cardona.

El informe comenzó con la proyección de un video que duró más que la propia intervención de Gallardo. Más que informe, fue una despedida en la que se habló de su fracaso al intentar reelegirse como alcalde, se dijo honesto y responsable y culpó de su mala imagen a la “influencia mediática”, otra vez, quizá la última.

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