Testigo declara que víctima le confesó el abuso sexual de Alejandro N.

Abelardo Medellín

Uno de los testigos llamados a declarar en el juicio contra Alejandro N. aseguró que la víctima del caso le confesó el 15 de octubre de 2019 que el ex funcionario del DIF estatal había abusado de él al menos durante cuatro meses.

Este viernes 8 de julio se realizó la cuarta jornada de desahogo de órganos de prueba y el quinto día de audiencia por el juicio en contra de Alejandro N., ex trabajador del DIF estatal acusado de violación agravada contra un menor de edad.

En la audiencia de hoy se presentó como testigo a un directivo del Lancaster Christian Institute, colegio privado con formación cristiana donde estudió la víctima del caso de Alejandro N.

De acuerdo con el declarante, a las dos y media de la tarde del 25 de octubre de 2019, el joven víctima se acercó con él y le pidió “hablar de algo”.

El trabajador del colegio refirió que en aquel día el joven se mostraba nervioso e incluso en algún momento intentó arrepentirse de platicar.

Según el testigo, el adolescente confesó “que alguien estaba abusando sexualmente de él”.

El declarante comentó que en un primer momento, el joven solo dijo el nombre de Alejandro, en referencia a quien abusaba de él; asimismo, narró que esta persona lo llevaba a su oficina y al referir a las agresiones que sufrió “usó la palabra penetración”.

Luego de confesar las agresiones que sufría, el adolescente le expresó al testigo que quería mucho a Alejandro y no quería que le pasara nada, al decir esto, el declarante afirma que el joven dijo el nombre completo de Alejandro N.

El trabajador del colegio aseguró que el joven decía ser consciente de que, lo que ocurría estaba mal y por eso “solo quería que parara de hacerlo”.

Al enterarse de dichos hechos, el directivo del Lancaster Institute informó al Centro de Asistencia Social Rafael Nieto, lugar que albergaba a la víctima, para que tomara cartas en el asunto.

El testigo afirma que el joven solo le pidió que no le dijera a la directora del Rafael Nieto lo ocurrido.

Un día después de que informó al Centro de Asistencia Social de la confesión del adolescente, el declarante afirma que la entonces directora del Rafael Nieto le comentó que el joven se había retractado y que todo lo dicho “eran mentiras”.

Tras descubrir que el joven se había retractado y al advertir que necesitaría de atención especial, el directivo del Lancaster sugirió la expulsión del adolescente.

“Sí, mejor córrame, ya quiero que pase todo esto”, le dijo el joven al directivo del Lancaster la última vez que se vieron.

El testigo aseguró además que, en esa última ocasión, el adolescente le informó que lo que había confesado sobre el abuso “sí era verdad”, pero no quería que le pasara nada a su abusador.

Durante el interrogatorio, el testigo informó que el joven víctima cursó un año completo dentro del colegio y en ese tiempo mejoró mucho su actitud, la cual en el Rafael Nieto era más impulsiva y reaccionaria.

El asesor jurídico le cuestionó el por qué el joven se había retractado de su confesión, a lo que el directivo del Lancaster dijo:

“Quería mucho a Alejandro N., sabía que si las cosas avanzaban podría afectar su carrera (…) dijo que (Alejandro N.) había hecho muchas cosas por él desde muy chico”.

De igual manera, el trabajador del Lancaster reveló que el joven le confesó que las agresiones llevaban ocurriendo desde cuatro meses atrás al día que se lo platicó.

Durante el contra interrogatorio, la defensa de Alejandro N. señaló que, en una entrevista que el testigo dio a un Ministerio Público, no asentó en las oficinas de qué dependencia habría ocurrido la agresión, ni tampoco la temporalidad en que las supuestas agresiones habrían ocurrido.

En su última intervención, el Ministerio Público le pidió al testigo que explicara las verdaderas razones detrás de la expulsión del joven y comentó que se debió a que la víctima necesitaba una mejor atención.

Además explicó que decidió no denunciar ya que consideró que el DIF, encargado del Rafael Nieto, procedería mejor.

Quinto día de juicio; pocos testigos

Además del directivo del Lancaster, solo se presentaron otros dos testigos que confirmaron el resguardo que se dio a las oficinas de la Procuraduría por la Defensa del Adulto Mayor un día después de que el joven acusara a Alejandro N.

Primero, fue llamado a declarar un trabajador de la Dirección de Métodos de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE), quien procesó y se hizo cargo de un indicio de prueba que constaba de una memoria USB que contenía fotografías de puertas y chapas, además de un video donde se mostraba el interior de un inmueble.

Durante esta presentación, la Fiscalía presentó las fotografías que contenía dicha memoria y solicitaron que se incorporaran dichas imágenes como pruebas.

Ante la exposición de estas fotografías, la defensa de Alejandro N. solo aludió a que no se tiene referencia del domicilio particular donde se habían tomado las fotografías.

Pese a lo dicho por la defensa, el lugar de las fotografías se reveló cuando pasó a declarar un trabajador del área de recursos materiales del DIF estatal, quien confirmó que, el 19 de octubre de 2019, la entonces directora del DIF le pidió “resguardar el inmueble, cambiar las chapas de las puertas y no dejar entrar a nadie”.

Sin conocer mas razones de dicha orden, el trabajador del DIF, aseguró que el personal cambió las chapas y las fotografías y el video eran una forma de probar que las habían cambiado.

Tras haber interrogado a estos tres testigos, el cuerpo colegiado de jueces que lleva el caso dio por concluida la jornada y advirtió que aún faltan por presentar a 32 testigos; seis de la Fiscalía y 26 de la defensa.

Cabe recordar que el pasado lunes 4 de julio, durante la primera jornada, se fijó un calendario para interrogar a 58 testigos de durante los últimos cuatro días, sin embargo, al día de hoy, no se han desahogado ni a la mitad de ellos.

Las jornadas de desahogo de órganos de prueba, continuarán durante tres días de la siguiente semana.

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