Por Victoriano Martínez
El gobernador Juan Manuel Carreras López ha logrado patear el bote de la bandera anticorrupción, que levantó airoso el día de su toma de protesta, por 57 meses y ya sólo le faltan 15 para lograr transitar todo su sexenio sin un solo acto en contra de la corrupción y la impunidad.
A un mes de que se cumplan tres años de que se aprobaron con retraso las leyes y reformas para la creación del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), éste ha quedado convertido en un vergonzante trofeo de vitrina con vidrios opacos que, de vez en cuando, Carreras López abre como para confirmar que el timing de su simulada lucha anticorrupción funciona.
La tarde de este jueves 18 de junio, en una sesión del Comité Coordinador (CC) del SEA de la que estratégicamente sólo se enteraron los integrantes necesarios para poderla llevar a cabo, se eligió a Jesús Rafael Rodríguez López como secretario técnico del CC con lo que, de acuerdo con el seguimiento a los sistemas anticorrupción, se completa la estructura del sistema potosino.
Ramón Infante, presidente provisional del Comité de Participación Ciudadana (CPC) y del CC, informó que Rodríguez López fue electo de una terna propuesta por el Comité de Selección (CS) del SEA en la que también estuvieron propuestos Elia Alferez y Luis L. Rodríguez González.
El artículo 35 de la Ley del Sistema Estatal Anticorrupción señala que para elegir al secretario técnico “el Presidente del órgano de gobierno, previa aprobación del Comité de Participación Ciudadana, someterá a dicho órgano una terna”, es decir, la terna debe ser aprobada por el CPC y no por el CS, como se dice que ocurrió.
¿Acaso se trata de una maniobra más del timing carrerista que deja abierta la posibilidad de una impugnación en el nombramiento para continuar su estrategia de obstrucción del SEA, como lo ha hecho hasta ahora?
Salvo esa duda, podría decirse que la estructura del SEA se encuentra completamente integrada, aunque con una vacante temporal en la lista de integrantes supernumerarios del CPC, por la licencia temporal de Mónica Torres Palacios.
Si para Carreras López el SEA es un trofeo de vitrina opaca, para la sociedad es un ente fantasmal del que se suele hablar de vez en cuando para dar cuenta de la forma en que el gobernador contradice en los hechos su discurso anticorrupción y de cómo traiciona su compromiso y responsabilidad para con la población.
Para quienes se favorecen con los actos de corrupción y disfrutan de la impunidad, por muy fantasmal que resulte el SEA, lejos de asustarlos les provoca carcajadas, porque a 57 meses de iniciada la falsa cruzada anticorrupción de Carreras López y a 15 meses de terminar el sexenio, sólo es un chiste que impide la vigencia plena de medidas para combatir actos de corrupción.
El 16 de julio de 2019 se publicó el acta de instalación del órgano de gobierno de la Secretaría Ejecutiva del SEA, que se realizó el 28 de mayo del año pasado, y aunque desde entonces existe ese organismo, a la fecha no ha emitido ningún lineamiento ni criterio para que se cumplan las medidas propias del sistema anticorrupción.
Una omisión que no sólo impide la aplicación de las medidas contempladas en la Ley del SEA, sino también todas aquellas obligaciones previstas en la Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado y Municipios de San Luis Potosí, de acuerdo con el artículo tercero transitorio de esta última ley.
Tan bueno ha sido Carreras López para patear el bote de su falsa cruzada anticorrupción, que a un mes de que se cumplan tres años de que se aprobaron las leyes y reformas que combatirían la corrupción, resulta que las obligaciones preventivas siguen sin ser exigibles.
Una estrategia de simulación que seguramente el gobernador mantendrá para lograr transitar los 15 meses que le faltan sin un solo acto en contra de la corrupción y la impunidad… y que éstos tampoco se den en el séptimo año.