Trabajan en plan de manejo para áreas protegidas de SLP

Xochiquetzal Rangel

San Luis Potosí cuenta con 12 áreas naturales protegidas (ANP), mismas que para la conservación de su biodiversidad, de acuerdo con el reglamento de la Ley Ambiental del Estado en Materia de Áreas Naturales Protegidas, se establece que cada ANP cuente con un plan de manejo para que, de esta forma, se establezcan los lineamientos a seguir de una zona previamente decretada.

En entrevista con Astrolabio Diario Digital, Felipe Barragán Torres, investigador de la división de ciencias ambientales y quien desde hace más de un año está a cargo del proyecto, señaló que, en atención a la solicitud de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental del Estado, junto con el Ipicyt, ha trabaja con ocho áreas naturales protegidas, de las cuales dos, Manantial de la Media Luna, en Rioverde, y Real de Guadalcázar, en el municipio de Guadalcázar, son para la actualización del plan de manejo, ya que antes de cada cinco años deben actualizarse.

Mientras que Tancojol, en San Vicente Tancuayalab; Bosque Adolfo Roque Bautista, en Tamuín; las cuevas del Viento y la Fertilidad en Huehuetlán; la Hoya de las Huahuas, en Aquismón; la Sierra de San Miguelito, en San Luis Potosí, y Palma Larga, en Rioverde, por primera vez contarán con un plan de manejo de ANP, mismo que delimitará las funciones agrícolas y ganaderas que pudieran darse en la zona.

Explicó que el objetivo principal de los planes de manejo de las áreas naturales protegidas radica en la conservación de la biodiversidad en función de las características de las mismas, que permita a los encargados de las ANP tener un respaldo y saber qué se permite hacer en la zona.

En este sentido, ejemplificó el caso de áreas naturales protegidas turísticas, como la Media Luna y la Hoya de las Huahuas, donde se establece en el plan de manejo la realización de actividades que no rebasen la capacidad de los ecosistemas, como el lineamiento de cuántas personas pueden recibir en un día.

“La importancia de las áreas naturales protegidas, primero, pues la vocación, lo principal es la conservación de la biodiversidad y el ecosistema en el que están. Segundo, es la vocación que pudiera tener y que pudiera ir aunada al manejo, y la otra, pues la necesidad de seguir generando información para seguir generando este tipo de áreas que finalmente nos benefician a todos, porque en ella tenemos servicios básicos del medio ambiente como retención de agua, oxigeno o limpieza de aire contaminado y el cuidado de la biodiversidad”, añadió investigador.

De acuerdo con lo comentado por Barragán Torres, ya se concluyeron los estudios técnicos en los que se establecen las estrategias de conservación y actuación, por lo que el proyecto se encuentra en fase de revisión, aunque aclaró que no se sabe cuánto podría durar, debido a que el trabajo se pasa a la Segam, de ahí al Consejo Estatal de Áreas Naturales Protegidas, a los municipios que integran las ANP y a los representantes de las comunidades de las áreas; es decir, una vez que todas las instancias involucradas den su aprobación se podría publicar el plan de manejo de las seis áreas y el plan de actualización de las otras dos áreas.

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