Transparencia en la fiscalización, a prueba

Por Victoriano Martínez

Un día antes de que se venza el plazo límite para que se entreguen el informe general y los informes individuales de las auditorías a las cuentas públicas del ejercicio fiscal 2018 de los 113 entes fiscalizables, la auditora Superior del Estado los entregará a la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado en sesión citada para hoy a las ocho de la mañana.

Tanto el artículo 32 como el 34 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas fijan el 31 de octubre como la fecha límite para la entrega de los informes. En el caso de los informes individuales el artículo 34 incluso señala que se deben entregar “conforme se hayan concluido por parte de la Auditoría Superior”.

Una previsión que adquiere sentido si se toma en consideración la experiencia que tuvo la Comisión de Vigilancia hace un año, cuando desde el 21 de septiembre se acordó en el Pleno reponer la revisión de los informes indebidamente aprobados por la anterior Legislatura. A pesar de contar con 56 días para esa revisión, lo consideraron tiempo insuficiente para hacerlo a fondo.

Con la entrega en bloque y al hacer caso omiso a la disposición legal de que se entreguen conforme se terminen, la Auditoría Superior del Estado (ASE) exhibe poca disposición para facilitar el trabajo a la Comisión, pero también es notoria, en el proceso de fiscalización de este año, la ausencia de la Unidad de Evaluación y Control (UEC), cuya integración se retrasó hasta el límite.

El acompañamiento que pudo haber dado la UEC al proceso de fiscalización bien pudo dar impulso a la presentación, conforme se concluyeran, de diversos informes individuales que permitieran se avanzara en su revisión para generar dictámenes individuales y no una salida fácil con un solo dictamen para todos los entes, como hizo la Comisión el año pasado.

Al dejar hasta el penúltimo día la entrega en bloque de todos los informes, la ASE deja un periodo de apenas 16 días para que la Comisión dictamine cada uno, cuando hace un año 56 les resultaron insuficientes para un trabajo a fondo.

Una revisión a fondo prevista en el artículo 43 de la Ley de Fiscalización, que ordena a la Comisión realizar, con el apoyo de la Unidad de Evaluación y Control, “un análisis de los informes individuales, en su caso, de los informes específicos, y del Informe General” para enviarlos al Pleno.

Tan los resultados de los análisis de la Comisión deben ser individuales, que el artículo 34 de la Ley de Fiscalización señala en su segundo párrafo que “la Comisión deberá remitir los informes individuales que haya concluido en su revisión y análisis al Pleno del Congreso para los efector (sic) procedentes”.

Una revisión y análisis de los informes por partes que no deja lugar a dudas sobre la imposibilidad de dictaminarlos en bloque y sin los requisitos que individualmente deben aplicarse a cada uno de ellos, como no se hizo hace un año.

Hoy, la Auditoría Superior del Estado entregará los resultados del que posiblemente sea el último proceso de fiscalización que se realiza sin la supervisión de la UEC y el primero que será analizado por esa instancia en esta etapa final.

En los próximos 16 días estará a prueba el avance en el grado de transparencia que se le dé al proceso de fiscalización, desde la publicación íntegra de los informes con sus anexos, hasta la difusión de las sesiones de la Comisión de Vigilancia en las que se analicen esos documentos.

No se debe perder de vista que, de acuerdo con el octavo párrafo del artículo 54 de la Constitución Política del Estado, la ASE sólo “debe guardad reserva de sus actuaciones y observaciones hasta que rinda los informes”.

Hoy rendirá los informes a la Comisión de Vigilancia. En consecuencia, a partir de hoy la ASE debe cumplir su obligación de publicarlos y ya no puede guardar reserva sobre sus actuaciones y observaciones.

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