Por: Antonio González Vázquez.
En lo que va del año, tres agentes de la policía han sido asesinados, uno de la Dirección de Seguridad Pública del Estado y dos de la Dirección de Seguridad Pública de Soledad de Graciano Sánchez.
David Meza Colorado era policía y murió acribillado. Se diluía la medianoche del primero de mayo para dar paso a los primeros minutos del día dos, cuando el agente estatal llegaba a su casa, estacionó su vehículo y apenas había descendido, unos sujetos fuertemente armados lo acribillaron casi a quemarropa. El policía Meza vivía en Soledad de Graciano Sánchez, Cerrada del Bosque, casi esquina con Negrete y Avenida San Pedro. Su crimen causó revuelo porque afirmaban que era un alto mando, director de Inteligencia o algo así, pero luego dijeron que no, que solo era un policía, un operativo, un escolta, vamos, un policía más.
La tarde del 13 de mayo el agente Rubén Ramos Flores conducía su vehículo con absoluta tranquilidad y se diría, hasta con displicencia. A sus 37 años de edad parecía no haber nada de que preocuparse, no sabía que en cualquier momento sería ejecutado. Se dirigía a su casa pero sobre la avenida Morales-Saucito, unos sujetos a bordo de un auto compacto de color gris le cerraron el paso y le dispararon en repetidas ocasiones hasta darle muerte. El agente era miembro activo de la Dirección de Seguridad Pública del municipio de Soledad de Graciano Sánchez. Ramos Flores viajaba en un automóvil Jetta con placas UWA-290-J de San Luis Potosí. Fue atacado y según la policía, debió morir instantáneamente. La Policía Ministerial informó que luego del suceso se iniciaron las investigaciones sin que se tuviera pista alguna de los responsables de la ejecución.
Adrián tenía 28 años de edad, era policía en Soledad de Graciano Sánchez y fue ejecutado aproximadamente a las nueve de la noche el pasado 22 de agosto cuando iba a su casa. Había terminado el turno en la comandancia e iba a su casa, pero ya no llegó, pues lo ultimaron a tiros unos sujetos que lo iban persiguiendo por la zona del periférico; fue alcanzado en la colonia Cactus donde tenía su domicilio. El cuerpo abatido estaba entre la acera y la motocicleta donde se formó una gran mancha de sangre que luego fue cubierta con una sábana por vecinos que estaban muy asustados por lo ocurrido. Luego de los hechos, la Policía anunció que ya había iniciado las investigaciones del caso y que como resultado de tales indagatorias, se habían enterado de que a Adrián, le dispararon desde un vehículo en movimiento.
Sobre este último caso, la Procuraduría General de Justicia informó que ya es objeto de investigación por parte de la Policía Ministerial, aunque de momento no se tiene pista de los asesinos.