Nueva York, Estados Unidos (14 de noviembre de 2016).- Tres millones de indocumentados serán encarcelados o expulsados de Estados Unidos apenas Donald Trump asuma el poder.
En una entrevista en el programa 60 Minutos de la cadena CBS, el Presidente electo explicó que lo que hará su gobierno “es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales”.
Trump explicó que luego de expulsar a tres millones de personas, y “después de que la frontera esté segura”, su gobierno decidirá qué hacer con el resto de los indocumentados que “son gente estupenda”.
Sobre el muro con México, el republicano admitió que en algunas partes de la frontera habría sólo vallas.
Trump echará a miles de ilegales.
Donald Trump deportará o encarcelará hasta tres millones de inmigrantes indocumentados apenas asuma el gobierno de Estados Unidos, dijo ayer durante una entrevista.
Durante la entrevista con el programa 60 Minutos de la cadena CBS, Trump mantuvo su promesa de doblegar la inmigración ilegal.
“Lo que estamos haciendo es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas (…) probablemente dos millones, incluso tres millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”, dijo Trump.
“Los vamos a sacar del país porque están aquí de forma irregular”, argumentó el millonario neoyorquino en su primera aparición televisiva tras el triunfo electoral.
El tono de Trump hacia los inmigrantes indocumentados en la entrevista fue muy diferente al usado durante la campaña presidencial, cuando prometió expulsar a los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país, incluidos los mexicanos a los que llamó “criminales y violadores”.
En la entrevista, Trump indicó que su gobierno decidirá sobre el futuro del resto de los indocumentados (entre ocho y nueve millones) una vez se haya fortalecido la frontera con México.
“Después de que la frontera esté segura y después de que todo se haya normalizado, vamos a tomar una determinación sobre esa gente (…) son gente estupenda y vamos a tomar una decisión sobre eso. Pero antes de tomar esa decisión, es muy importante que aseguremos nuestra frontera”.
De esa forma, el Presidente electo reiteró su promesa de construir un muro entre México y Estados Unidos, una de las piezas centrales de su campaña, aunque admitió que podrían alzarse “vallas” en “ciertas áreas” de los tres mil 141 kilómetros de la frontera entre ambos países.
Por su parte, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, formuló declaraciones opuestas a las de Trump, al decir que el gobierno se concentraría en asegurar la frontera, no en emboscar inmigrantes.
“No estamos planeando en formar una fuerza de deportación. Donald Trump no está planeando eso”, dijo Ryan a CNN.
“No teman”.
El mandatario electo en la entrevista le dijo a las miles de personas que protestan en el país que no tienen nada que temer en su futuro, pero dejó claro que se mantendrá firme en materia de aborto.
En otra parte, Trump dijo que su gobierno priorizará el nombramiento de jueces conservadores a la Corte Suprema, pero adelantó que no pretende cuestionar la normativa sobre matrimonios entre personas del mismo sexo.
Además, confirmó también que renunciará a su salario como Presidente -de unos 400 mil dólares al año- y que recibirá apenas el mínimo obligatorio por ley para el cargo, un salario simbólico de un dólar al año.
Herederos no están incluidos.
El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, uno de los más cercanos asesores del Presidente electo de Estados Unidos, afirmó que los hijos de Trump “no podrán trabajar” en el gobierno de su padre, y sugirió que ellos representen a su imperio económico.
Los cuatro hijos adultos del republicano, Ivanka, Tiffany, Eric y Donald Jr., “no podrán trabajar en el gobierno porque la ley rechaza el nepotismo”, dijo a CNN Giuliani, quien es mencionado para encabezar el Departamento de Justicia.
Abogan por salvadoreños.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, felicitó ayer al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por su triunfo electoral y abogó por los migrantes de su país ante el nuevo gobierno.
En Estados Unidos residen 2.7 millones de salvadoreños. Los migrantes envían anualmente cuatro mil millones de dólares en concepto de remesas familiares, el ingreso externo más dinámico y creciente en El Salvador.
El jefe de la Iglesia católica local expresó sus consideraciones sobre lo dañino que sería si Trump cumpliera con sus políticas hacia los inmigrantes indocumentados.
“Por el hecho de no tener documentos migratorios no son criminales, por tanto, por carecer de dichos documentos no pueden ser tratados como criminales, por el contrario, deben ser ayudados”, reclamó el arzobispo a las que serán nuevas autoridades.
“Si hace un muro, como se ha dicho, y deporta a todos los migrantes, va a perder el mundo, perdemos todos, y va a perder Estados Unidos mismo, ya no será la gran nación”. Y detalló que espera que Trump haga todo lo contrario a lo que dijo en campaña.
Fuente: Excélsior.