UASLP, autonomía financiera para el segundo siglo

Por Victoriano Martínez

Y cien años después, a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí aún la hostigan los vaivenes de la política de manera que se ve en la necesidad de solicitar al Congreso del Estado una medida adicional: que se decrete su autonomía financiera.

Ahora que en la sesión del Congreso del Estado el rector de la UASLP, Alejandro Zermeño Guerra, hizo la propuesta con motivo del comienzo del segundo siglo de autonomía para que se le garantice desde la legislación la autonomía financiera, la reacción de los asistentes rememoró entre algunos observadores los tiempos de rebeldía con toques de exigencia estudiantil.

Algo así como aquellos tiempos en los que, si se amenazaba con la autorización de un incremento a la tarifa del transporte urbano que les pegaría a los estudiantes directamente en sus bolsillos, las protestas no se hacían esperar… que por cierto la Federación Universitaria está muy silencia ante esa amenaza que está por concretarse.

“Espero con sinceridad en ustedes honorables miembros de este Congreso, en compañía de las autoridades estatal, otorguen a la Universidad para el inicio de este segundo siglo la autonomía financiera”, dijo Zermeño Guerra en la tribuna legislativa.

“¡Siempre autónoma! ¡Siempre autónoma! ¡Siempre autónoma!”, se comenzó a corear en el Salón de Plenos. A la salida del rector, el grito continuó en el mezanine… pero no fue más allá, como frente al Palacio de Gobierno, como frente a la Secretaría de Finanzas, como en Fundadores, como… en los tiempos en los que la exigente rebeldía universitaria se hacía notar.

Y es que la petición de autonomía financiera está más justificada que nunca, como lo muestra el maltrato económico que desde el gobierno estatal se le ha dado desde la llegada de Ricardo Gallardo Cardona como gobernador.

En los últimos cinco años, la aportación estatal a la UASLP ha aumentado en la Ley del Presupuesto de Egresos y aunque en la correspondiente para 2022 se registró el mayor aumento (un 21.53 por ciento) como si el nuevo gobierno tuviera mayores intenciones de apoyarla, al final le entregó una cantidad igual a la de 2021. Sí, un 21.53 por ciento menos de lo presupuestado.

Si ese dato se combina con el hecho de que de 2017 a 2021, cada año se le autorizó una ampliación presupuestal en un promedio de 12.79 por ciento, el maltrato económico no sólo fue no darle el presupuesto asignado, sino entregarle una cantidad similar a la del año anterior, aparentemente por un préstamo cobrado a lo chino, por 50 millones de pesos.

Aquel préstamo quizá pudo ser provocado parcialmente por la administración estatal entrante en tanto al cierre de 2021, con el cuatro trimestre ya a su cargo, porque para ese año la ampliación presupuestal fu la menos de los últimos cinco años, 2.37 por ciento.

Para el inicio de este 2023, la administración de Gallardo Cardona se pretende vestir otra vez de héroe ahora con un préstamo por 150 millones de pesos, cuando incumplió el Anexo de Ejecución 2022 del Convenio de colaboración UASLP-SEP-Gobierno estatal, y le quedó a deber 152 millones 467 mil 714 pesos.

De por sí la UASLP preveía una situación de riesgo financiero desde la elaboración del presupuesto para 2022, en el que advirtió una disminución de los subsidios en términos reales porque los gastos de materiales, servicios y pagos al personal aumentan en mayor proporción de lo que aumenta el subsidio, “por lo que se pierde poder adquisitivo año con año”.

Una pérdida de poder adquisitivo que, según el documento, en 2017 fue del 2.95 por ciento; en 2018, del 3.14; en 2019, del 1.76; en 2020, del 1.37, y en 2021, del 4.25 por ciento. El mismo documento señala los aspectos que, de entrada, serían los primeros en resultar afectados.

(1) Insuficiencia en el Fondo de Pensiones y Jubilaciones al grado que prácticamente todos los fondos (Pensiones y Jubilaciones, Riesgos de trabajo, Invalidez y vida y Otras prestaciones) quedarían descapitalizados para 2030.

(2) Las remuneraciones y los gastos de operación corren riesgo porque el Subsidio Federal y Estatal resulta insuficiente a pesar de que deberían de considerar la totalidad de los salarios y prestaciones que se tienen contemplados en los contratos colectivos e individuales de trabajo para que, no se siga acumulado una diferencia negativa.

Si a los insuficiente de los subsidios se agrega el adeudo estatal por 152 millones 467 mil 714 pesos comprometidos, se entiende el origen de la necesidad de un crédito de 150 millones de pesos en este arranque de año, sólo porque el gobernador anula el principio básico del derecho lo pactado obliga (pacta sur servanda) e incumple el Convenio de colaboración UASLP-SEP-Gobierno estatal.

(3) Las dificultades derivadas del punto anterior para revertiro los efector de la disminución de los recursos propios, ocasionados por la pandemia del virus SARS-CoV2 (COVID-19).

(4) También se advierte sobre la imposibilidad de poder por avanzar en garantizar la gratuidad en educación superior, dado que en esas condiciones resulta necesario contar con los ingresos propios que hoy representan el 23.55 por ciento de sus ingresos.

“Necesitamos tener certeza los entes autónomos de cómo va a ir nuestro crecimiento financiero para hacer planeaciones y proyecciones a futuro”, explicó Zermeño Guerra.

Si de por sí la tendencia en los subsidios ya no garantizaba esa certeza, la actitud del gobernador, justo en el momento la llegada del centenario, seguramente representó un recordatorio de la intención de la autonomía (librarla de los vaivenes de la política) y dio un sentido de urgencia a la petición desde la Rectoría al Congreso del Estado.

“¡Siempre autónoma! ¡Siempre autónoma! ¡Siempre autónoma!”, fueron gritos como si mostraran un chispazo de presencia del pebetero universitario encendido en el primer minuto del siglo, pero sólo hasta ahí.

Habrá que esperar para ver si en los próximos días esa llama universitaria muestra su impulso y presión para que el segundo siglo sea el de la autonomía plena con autonomía financiera.

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