Fernanda Durán
Este viernes, el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Alejandro Zermeño Guerra, determinó el cierre total del edificio 3 de la Facultad de Ciencias, hasta que se lleve a cabo una rehabilitación con un costo de hasta 20 millones de pesos.
Zermeño Guerra informó que se tomó en cuenta un estudio realizado a inicios de 2022 por una empresa con sede en Morelia, la cual sugirió limitar la ocupación de la torre al 20 por ciento máximo distribuido “estrictamente” del primer al quinto piso, no obstante, debido a los recientes terremotos, se decidió desocuparlo por completo.
“La determinación que se tomó en este caso es cerrar el uso del edificio C que es el edificio número 3 el edifico alto para que no se utilice, mientras se hace el reforzamiento del edificio para en el momento en que se abra poder otorgar la mayor certeza posible a las personas usuarias de ese edificio”, expresó el rector de la Universidad.
Se deberá llevar a cabo el reforzamiento de las instalaciones donde se presentan las grietas que se hallan en los muros divisores, muros de fachada, y que no forman parte la estructura, describió Jorge Alberto Pérez González, secretario académico e ingeniero civil de la UASLP.
De acuerdo con el dictamen final, los daños en el edificio pueden acumularse tras los desastres naturales que están ocurriendo en la entidad, lo que implicaría un cambio en el nivel de riesgo considerado en la estructura de bajo a moderado, señaló el rector.
Para reforzar el edificio 3, el Consejo Directivo Universitario tendrá que autorizar el recurso desde el presupuesto ordinario anual, pues se estima un gasto de entre 18 y 20 millones de pesos. Será el próximo fin de semana cuando se reúna el Consejo y discuta el tema con base en el peritaje entregado desde agosto.
Anel Puente Loredo, titular de la Contraloría General de la Universidad, confirmó que se está investigando la deficiente construcción del edificio, mediante la recopilación de información desde que iniciaron la obras hasta su culminación.
Ante la determinación de las faltas, no descartó la posibilidad de actuar ya sea de forma administrativa como por la vía legal contra los posibles responsables, puesto que tendrían los elementos necesarios para actuar, no obstante, también será determinado, en su momento, por el Consejo Directivo.
Alejandro Zermeño señaló que tardaron en emitir un dictamen sobre las condiciones de la torre, debido a que la Secretaría General de Gobierno tardó tres meses en confirmar que no contaba con peritos para este tipo de casos.
Afirmó que pasaron meses buscando y descartando algunos postulantes debido a conflicto de intereses o porque no podían expedir un comprobante fiscal, hasta que una empresa de San Luis Potosí les recomendó la compañía morelense que se encargó del peritaje y calculo estructural.
Finalmente, dijo que la Universidad “como lo ha hecho en su historia, ha sido muy buena en construir y sabemos construir bastante bien, creo que debemos pensar en edificios que tengan mucha más utilidad práctica y quizá menos imagen urbana”.