Un apunte sobre los levellers, diggers y ranters

Frater Ignatius

Como habíamos dicho antes, se siente en el clima de aquella época la necesidad, por propia naturaleza humana de procurar acabar definitivamente con el Antiguo Régimen e intentar tener diferentes maneras de crear una mutua interacción con todo lo relacionado a lo natural. Aquí entran en boga los levellers y los diggers, que en español significa: los niveladores y los cavadores. Por aquellos años se gestaba la Independencia de las colonias de América.

Los niveladores son los primeros en crear un manifiesto. Se encuentran en diferentes partes de la ciudad de Londres y sienten la inquietud de revelarse. Erigen tal manifiesto como una consigna y como un instrumento antiautoritario de gran calado. Son hombres de todas las clases sociales pero los une la preocupación fundamental de crear una sociedad más justa y equilibrada y la abolición del Estado como maquinaria opresora e indigna de mandar en los destinos de las personas. Casi todos ellos saben leer y escribir. Los mueve la pasión por la emancipación. Al mismo tiempo, disienten del cristianismo en sus líneas más ortodoxas, considerándose tanto ellos mismos como los otros  heréticos.

Se puede constatar que los ingleses de alguna manera preceden en un siglo en las ideas a la Revolución Francesa, apasionadamente antiautoritarias y encendidas por el furor del cambio de las condiciones económicas, políticas y sociales de la población. Así, los niveladores serán el estandarte de una protesta social de altos vuelos. Principalmente, quieren participar dentro de las decisiones que se toman para la colectividad. Desean fervientemente ser entes activos que puedan tomar el destino de sus vidas y coadyuvar para que otros también lleven el timonel de su existencia. Sus prácticas feroces contra la autoridad, abren una puerta hacia las revoluciones que posteriormente harán su llegada a Europa y luego a todo el mundo. Hay una clara referencia a la época agraria de una edad anterior. La gente desea trabajar en armonía, en donde se valore el fruto de su trabajo y puedan convivir en paz con los demás.

Los ranters más bien son de orientación religiosa de carácter antiautoritario. La palabra inglesa tiene que ver con personas que levantaban la voz y que eran un contrapeso al sistema feudal y hacia la monarquía. La iglesia los consideraba como una especie de fanáticos enfermos, poseídos, inmorales, blasfemos, herejes, agitadores y ávidos de sexo. Siendo el cristianismo un sistema de cohesión de la sociedad, se ve amenazado por estas personas francamente peligrosas y que atentan contra el poder establecido. Todos ellos son letrados y con gran facilidad de palabra. No solamente se dedican a leer y a criticar la Biblia, sino toda una serie de libros importantes. En el siglo XVIII y XIX , los aristócratas se apoderan de gran parte de la tierra en Inglaterra. Los cavadores son los que más protestan, ya que quieren tierra para poderla sembrar para vivir decorosamente.

Un referente de aquella época es William Everard. Este hombre trabajó para una Compañía de telas y tuvo relaciones con el Parlamento. Llamó a la desobediencia civil y fue sometido a juicio, muriendo en un hospital psiquiátrico.

Los cavadores tienen poder de organización y estructuran comunidades campesinas y rurales.

Aparece por aquellos años el famoso capitán Swing, quien es el equivalente a Nedd Lud pero en las tierras.

Cada uno de estos personajes contribuye a intentar derrumbar el sistema de cercados que han impuesto los terratenientes. Evidentemente se ve como una tarea titánica. Pero el tiempo permitirá que estos hombres luchen y tengan algo de parcela para poder subsistir dignamente en un sistema injusto y desigual.

Hombres como Émile Armand recogerán en sus obras el pensamiento anarquista y abrirán posibilidades para buscar en otros continentes la libertad. Los cavadores, niveladores y habladores son como los tatarabuelos de los futuros hippies y también de los hipermodernos hackers y crackers.  

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