Carlos Rubio
Al gabinete que entró en operaciones el día que Ricardo Gallardo Cardona tomó protesta, apenas le sobreviven 13 funcionarios de 41 anunciados aquel 26 de septiembre de 2021. Entre escándalos, renuncias y presuntas irregularidades, los compromisos que el gobernador asumió en campaña han ido cayendo de la administración pública potosina hasta dejarla, casi a la mitad del sexenio, completamente transformada, aunque aún se está a la espera de los resultados que puedan ofrecer.
Gran parte de los segregados han enfrentado el mismo destino: una crítica o acusación del gobernador que deriva, según dice, en una investigación, sin embargo, poco y nada se ha informado sobre el desenlace de estos casos.
Una de las últimas piezas en caer fue Emmanuel Ramos Hernández, de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental, un eslabón que compaginó también con Ricardo Gallardo Juárez en la alcaldía capitalina en el 2015.
La designación de Emmanuel se tambaleó desde el primer día y por ello sorprende que se haya sostenido por tanto tiempo. Siendo contador público de profesión, los cuestionamientos sobre su conocimiento en materia de ecología nunca cesaron.
En su lugar, según su curriculum, no llegó alguien con mayor preparación en el tema, sino otro perfil administrativo que fue alcalde de Axtla de Terrazas. Jovanny Ramón Cruz ahora es el encargado de direccionar las políticas públicas ambientales de San Luis Potosí.
Entre los sobrevivientes están Guadalupe Torres Sánchez, secretario general de Gobierno, la mano derecha del gobernador; Leticia Vargas Tinajero, secretaria de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas, otro de los personajes que también pasó por la administración de Gallardo Juárez en la capital, junto al también vigente oficial mayor, Noé Lara Enríquez; Guzmar González Castillo, secretario de Seguridad Pública; así como Néstor Eduardo Garza Álvarez, secretario del Trabajo y Previsión Social.
Del gabinete ampliado aún se mantienen Mariel de los Ángeles Peralta, de la Secretaría Particular; Gerardo Zapata Rosales, titular de Comunicación Social; Lilia Malvido Flores, titular del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo; Luis Enrique Hernández Segura, en el Instituto de Migración y Enlace Internacional; Martha Alicia Martínez Pérez, del Instituto Estatal de Infraestructura Física Educativa; y Luis Antonio Zamudio Martínez, presidente del patronato de la Feria Nacional Potosina.
Juan Carlos Torres Cedillo y Nohemí Proal Huerta, pese a ser cambiados de sus puestos iniciales, aún se mantienen en el gabinete. El primero como secretario de Educación y la segunda fue recién nombrada titular del Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Son los únicos nombres que se anunciaron el día que Gallardo Cardona asumió el poder y que se mantienen en su equipo.
El primer escándalo que derivo en el despido de un funcionario fue el de Jesús Rafael Aguilar Fuentes, mejor conocido como El Chiquilín, uno de los principales voceros de la gallardía.
El paso Aguilar Fuentes como titular del Archivo Histórico del Estado fue breve, aunque intenso. Su nombramiento causó múltiples cuestionamientos de la academia e incluso se consideró como un desafío del gobernador para los intelectuales que criticaron su elección como gobernador. La historia llegó a su fin casi dos meses después cuando fue detenido por haber encabezado un incidente de tránsito, en el que presuntamente agredió a una policía.
Apenas 40 días después de haber comenzado el sexenio, la polémica invadió los Parques Tangamanga. La exdirectora Vania Moreno Solano dejó el cargo para posteriormente ocupar la rectoría de la Universidad Tecnológica Metropolitana. En su lugar llegó un conocido de la administración de Juan Manuel Carreras López, Enrique Alfonso Obregón.
Otro de los casos más sonados fue el de Leonel Serrato Sánchez, quien durante la campaña de 2021 se unió a las filas del Partido Verde como candidato a la alcaldía, y meses después fue recompensado con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Enérgico desde el comienzo, Serrato Sánchez tenía más la actitud de un vocero del gobierno estatal y fue eso mismo lo que afectó su permanencia en el cargo. Sus conflictos con taxistas, periodistas y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí hicieron un eco que lo obligó a renunciar, para ser sustituido por Araceli Martínez Acosta, quien era líder del Partido Verde.
Entre los inexplicables nombramientos estuvo el de Sergio Desfassiux, el polémico exdiputado que salió del Instituto de Capacitación para el Trabajo acusado por el propio gobernador de cobrar una doble nómina. El sustituto de Desfassiux, Tito Rodríguez Guerrero, duró pocos meses como director, por lo que la dependencia ya va en su tercer titular con Rosa Estefanía Flores Saldierna.
El Colegio de Bachilleres es otra área que lleva ya tres titulares. El primero, Alfonso Espinoza Palazuelos, fue sustituido por Rita Salinas Ferrari, quien fue también directora de la universidad que tituló al gobernador como licenciado en Derecho. No pasó más de un año cuando abandonó el gabinete y fue señalada por el nuevo titular, Ricardo Centeno Trejo, de hacer compras a sobreprecio.
Del equipo de Gallardo Cardona también formó parte Arturo Segoviano García, quien fuera su contrincante por la gubernatura del Estado y que, al igual que en su campaña, tuvo un paso gris por la administración pública. El año pasado, un columnista nacional lo colocó bajo investigación por presunto desvío de fondos. En su lugar estuvo Juan Carlos Valladares Eichelmann, quien es de los pocos que no salió por la puerta de atrás, pues ahora es candidato a diputado federal por del Partido Verde.
El hoy candidato de Morena al Senado, Ignacio Segura Morquecho, aprovechó su cargo como secretario de Desarrollo Social y Regional para construir su candidatura en todo el estado. Quizá no exista un solo beneficiario de programas sociales que no haya visto su rostro.
El Turismo de San Luis Potosí no ha tenido mejor camino. Patricia Veliz Alemán, también exdirectora en el Ayuntamiento 2015 – 2018, fue destituida y reemplazada por Aurora Mancilla Castro, quien al poco tiempo salió también señalada por el gobernador de sus malos resultados. Su sustituto, Juan Carlos Machinena Morales, ahora libra la batalla para sobrevivir en el inestable gabinete gallardista.
Quizá una de las direcciones más cuestionadas de todo el sexenio ha sido la de Pensiones, que apenas lleva un relevo. Poco después de que se destapara el fraude, Jorge Escudero Villa, ya como exdirector, fue vinculado a la investigación por el propio gobernador. Hoy, Luis Arturo Coronado Puente es el capitán de la crisis llamada Dirección de Pensiones.
La Consejería Jurídica está en su tercer titular. El segundo en el cargo fue Rodrigo Joaquín Lecortois López, quien hoy comanda el Instituto de Fiscalización Superior del Estado.
De Cultura fue despedida Elizabeth Torres Méndez, también criticada por su poca experiencia. El nombramiento de su sucesor, Mario García Valdez, causó impacto entre la política potosina, sobre todo por su pasado priista.
Tampoco se salvó Salvador González Martínez en la Secretaría de Finanzas, quien ya fue sustituido por Omar Valadez Macías.
La Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos también ha sufrido un cambio de titular, así como los Servicios de Salud, la Contraloría General, el Sistema Educativo Estatal Regular, la Secretaría Técnica del Gabinete, el Centro de Producción Santa Rita, el Instituto de las Mujeres, el Instituto Registral y Catastral, el Hospital Central, la Junta Estatal de Caminos y el Instituto Potosino de la Juventud.
Las dependencias que ya van en su tercer cambio son la Comisión Estatal el Agua, la Coordinación Estatal para el Fortalecimiento Institucional de los Municipios, el Instituto Potosino de Cultura Física y Deporte, y el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes.
Todas de acuerdo a los nombramientos que se dieron en el primer día de Ricardo Gallardo Cardona como gobernador de San Luis Potosí