Un gran incendio como pretexto para pretender aparecer como eficientes

Por Victoriano Martínez

Nunca había visto algo así. ¿Y esos bomberos con qué luchan? Con mangueritas, nada más. Esto está fuera de control”, comentó un residente mientras veía las llamas del mega incendio que se registró este martes 18 de febrero en las cercanías del cruce de Valentín Amador y la Carretera 57 hacia Matehuala.

Cuando a la autoridad no se le da aquello de la prevención, las emergencias suelen convertirse en la oportunidad de pretender figurar públicamente como una instancia cuya eficiencia permite enfrentar lo urgente de la mejor manera.

Algo pasa en la ciudad, que de un tiempo a la fecha los incendios, sean forestales o en la mancha urbana, tienen un efecto concientizador en la población, al mismo tiempo que una sensación de descuido por parte de las autoridades para prevenirlos o estar en las mejores condiciones de enfrentarlos.

Si fue en el caso de la Sierra de San Miguelito, los incendios de abril de 2019, que consumieron más de 12 mil hectáreas provocaron la manifestación con el lema “Sierra sí, fraccionamientos no”, del que finalmente terminó con un decreto que la declara Área Natural Protegida (ANP).

El año pasado, un nuevo incendio en esa ANP volvió a tener un efecto que provocó una reacción solidaria de la población que se articuló en un movimiento colectivo que se tradujo en cinco jornadas de reforestación en diversos puntos de la zona urbana que este año podrían volver a replicarse.

El incendio en una bodega de tarimas, este martes, ni llama a buscar protección ecológica para mantener un espacio ambiental, ni se trata de una tragedia ante la que se den reacciones colectivas para recuperar lo perdido. Sin embargo, fue un incendio cuyo combate evidenció la deficiente prevención por parte de las autoridades y una expresión solidaria en redes sociales para con los bomberos.

“Estamos viendo cómo el gobierno no está preparado para esto. Necesitamos ayuda inmediata, no promesas vacías. Este fuego podría arrasar todo. Los bomberos no tienen respaldo”, fueron expresiones de otro de los vecinos del lugar del incendio.

Como él, en redes sociales hubo reacciones que no sólo lamentaban la falta de prevención por parte de la autoridad, sino que mostraban cómo el incendio de la bodega de tarimas, la falta de equipo de los bomberos y también de coordinación en la acción de cada autoridad según su necesidad.

Quizá el más significativo señalamiento tiene que ver con la falta del apoyo económico que requieren los cuerpos de bomberos, especialmente cuando, con la llegada del gobierno de Ricardo Gallardo Cardona, se les retiró el subsidio estatal que, para el caso de los bomberos de esta ciudad, fue en 2021 de 4 millones 974 mil 900 pesos.

Durante el actual sexenio, los bomberos ya no aparecen en el Presupuesto de Egresos del Estado más que como una mención global en el aparado de Programas y Proyectos Susceptibles de Recibir Fondeo, sujeto a disponibilidad de recursos. Es decir, entre los últimos en la escala de prioridades de las actuales autoridades estatales.

Una situación en la que, desde la autoridad municipal, a pesar de que sí entrega recursos económicos a los bomberos, lo hace por la obligación de otorgar una parte de los ingresos de los Parquímetros, desde que se instalaron. Pero eso sí, presumen que se le entrega el doble que en años anteriores sin que sus egresos realmente lo avalen con hechos.

Mientras a los bomberos les regatean el apoyo económico las autoridades, éstas aprovechan las emergencias que aquellos atienden para, en comunicados, proyectar que atienden las contingencias hasta ahora sin ningún efecto directo y favorable a la población.

Así, la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM) no sólo aprovechó para emitir un comunicado sobre el impacto del incendio en la calidad del aire, cuando este tema lo ha minimizado al grado de no haber considerado presupuesto para el mantenimiento y la aplicación para celulares relacionados con el monitoreo del aire.

“Emitimos recomendaciones para que la población evitara la exposición al aire libre, especialmente en niños y personas con enfermedades respiratorias”, informó Sonia Mendoza Díaz, titular de SEGAM, y anunció el inicio de un procedimiento administrativo que podría derivar en una sanción de hasta 6.7 millones de pesos para la empresa responsable.

En tanto, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó del inicio de una investigación para esclarecer el origen del incendio, entre las que se encuentran como principal línea de investigación que fue provocado.

Es decir, mientras la autoridad limita y simula apoyos a los bomberos con lo que impide que trabajen en las mejores condiciones, cuando éstos emergencias como la de este martes 18 de febrero y combaten con lo poco con lo que cuentan un incendio de grandes magnitudes, los funcionarios aprovechan para buscar el protagónico de un “vean, lo hacemos bien”.

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