Un mes como ¿gobernador?

Por Victoriano Martínez

Hoy hace un mes que Ricardo Gallardo Cardona protestó como gobernador del Estado.

Un mes de contradicciones de cara a sus promesas de campaña, con su lema general en primer término.

“Vivir sin miedo”.

Una aspiración que parecía interpretar el deseo de la mayoría de los potosinos, ese 76.8 por ciento que vive con miedo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU)del INEGI.

Una aspiración que a los 15 días de que se convirtió en gobernador exhibió que en realidad se trató de un anhelo personal que, para cumplirlo, lo llevó a decretar la creación de una guardia personal para proteger y salvaguardar su integridad física… ¡y moral!

Tal vez él ya pueda vivir sin miedo… o con un miedo tranquilizado tras la protección y salvaguarda decretada.

Contradicciones de cara a sus promesas de campaña: no cumplió su prometida integración de un gabinete con mayoría de mujeres, ni siquiera con paridad y mucho menos mostró interés en corregir lo que representa una violación constitucional. Tiene práctica en ignorar y violar la Constitución.

Contradicciones y cumplimiento a medias de sus promesas: Ofreció todas las licencias gratuitas para que quienes la requieran para tener trabajo no tengan que pagar por ellas, y sólo propuso formalmente las de conductores particulares. Ni a los taxistas, que directamente se las ofreció gratis, les cumplió.

Contradicciones en la exhibición de los lujos de la Casa de Gobierno usada por sus antecesores, pero el ocultamiento de la información sobre el costo de la torre de control que se mandó construir con costa al erario desde antes de que tuviera la certeza de ser gobernador.

Contradicciones en sus anuncios de integración de un gabinete con profesionales de cada área, cuando nombró a personajes que no reúnen el perfil mínimo que cada cargo requiere y ha emprendido una ola de despidos injustificados para despedir a un burócrata y meter a tres incondicionales. Un gabinete a tono con su cuestionada trayectoria.

Contradicciones de un simulador candil de la calle, con actos populistas que no logran beneficios generalizados, y oscuridad de la casa, al violar los derechos laborales de la burocracia, que debería encabezar para cumplir con sus obligaciones, pero ha preferido denostarla con intenciones mal entendidas para congraciarse con la población.

Un inicio de gobierno confuso y hasta folclórico, como describe Bernardina Lara Argüelles, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Estado (SUTSGE) en la entrevista de la que hoy se presenta la primera de cuatro partes.

Si alguien conoce los entretelones de la administración pública estatal es Lara Argüelles. A un mes de iniciado el gobierno, el panorama que describe la lideresa del SUTSGE resulta un valioso indicador para reconocer al personaje que hace un mes debería trabajar como gobernador del Estado.

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