Ciudad de México (15 de septiembre de 2015).- Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Stanford (California), la misma de la que salieron los creadores de Yahoo y de Google, ha vuelto a confirmar lo que muchos ya sospechaban: que los ordenadores saben cada vez más de nosotros. Pero lo ha hecho aportando un nuevo dato, testado y comprobado: puede que sepan más, incluso, que las personas con las que convivimos en nuestro día a día. Es decir, que, con la ayuda del Big Data, un ordenador podría ser más eficaz juzgando la personalidad humana que los propios humanos.
El profesor Michal Kosinski, de la Escuela de Negocios de Stanford, dirige una investigación que analiza la personalidad de los individuos a partir de los “me gusta” en los que han hecho clic en Facebook, para después comparar sus conclusiones con las que tienen miembros de su familia y compañeros de trabajo. No solo eso; también han demostrado que esta información capacita a los ordenadores para realizar predicciones con mayor acierto que los humanos.
El resultado es sorprendente: con analizar tan solo 10 “likes” de Facebook, un ordenador ya es capaz de establecer con mayor precisión un retrato de un individuo que uno de sus compañeros de trabajo. Si el número de “me gusta” examinados se eleva a 70, el retrato puede ser más preciso que el de un amigo. Y en los casos en los que se analizan más de 250 “likes” las conclusiones pueden ser más exactas que las de su pareja. Las preguntas de los investigadores a 50 mil personas del entorno de los sujetos analizados así lo han reflejado.
Todo comenzó en 2013, cuando este mismo grupo de investigadores desarrolló un modelo para predecir cuál sería el comportamiento de 6 millones de individuos a partir de sus interacciones en Facebook. Como muestra, los científicos desarrollaron una API que está disponible en esta web para todos aquellos que quieran comprobar hasta qué punto el análisis informático de sus “likes” públicos puede proporcionar información sobre aspectos de su vida como sus tendencias sexuales, ideológicas, su formación o, incluso, su nivel de bienestar y satisfacción personal.
En una entrevista con The Wall Street Journal, el coordinador de la investigación, Kosinski, reconoce que el análisis de otros datos sobre nuestro comportamiento online, como el historial de navegación web, podría proporcionar conclusiones aún más precisas y detalladas sobre nuestra personalidad. Sin embargo, se ha escogido el “me gusta” como unidad de información por su carácter “benigno”, y menos violento para los sujetos que han decidido donar esta información al estudio.
Ello no significa, no obstante, que estos datos no lleven a una reflexión sobre la cantidad de información privada que los usuarios revelan cada día en la red a través de acciones en apariencia tan inocuas como hacer clic en “me gusta”. Puede que un “like” por sí solo no sirva de mucho, pero la capacidad de los sistemas informáticas para cruzar todos los “me gusta” que un internauta acumula en su perfil de Facebook –lo que se conoce como Big Data- es mucho más poderosa. Hasta el punto de que, como ha indicado Kosinski, si una empresa desea vendernos algo y conoce nuestro perfil psicológico a través de esta información, será capaz de dirigirse a nosotros a través de la red con más probabilidades de que terminemos comprando algo que no necesitamos. Y no solo eso: “Las fuerzas de seguridad o incluso empresas rivales podrían adivinar qué trabajador de una empresa es gay, o ateo, algo que puede repercutir en la seguridad de los individuos”. Kosinski asegura que “no hay escapatoria”: “Incluso si cerrase mi cuenta de Facebook y borrase mi historial de páginas todos los días, mi tarjeta de crédito y mi smartphones siguen proporcionando mucha información sobre mí. Debemos aceptar que vivimos en un mundo en el que sabe mucho más de nosotros que antes”.
Fuente: Sin embargo.