Una breve biografía de Max Stirner

Frater Ignatius

La vida de Stirner es casi un misterio. Hasta hace muy poco tiempo no se tenían prácticamente datos  sobre su azarosa existencia. Muchos pensadores de la talla de Marx, Engels, Fauerbach, Bauer, Nietzsche, se encargaron de colocarlo en el cajón del olvido. Las razones pueden ser varias: un escritor peligroso, libertario, con una prosa elegante, rozando la genialidad. La propia personalidad de Stirner era de una marginalidad especial. Podemos afirmar que él mismo contribuyó para que en un tris desapareciera por un buen tiempo del mapa anarquista y filosófico. Se debe agregar el hecho de ser un filósofo sin sistema. Sin embargo, como hemos comentado, su impronta se deja sentir en distintos ámbitos del pensamiento y sus planteamientos –podemos estar de acuerdo o no- son lo bastante sólidos como para tomarlos en serio. La crítica va directamente dirigida hacia el solipsismo del pensador alemán y hacia el supuesto vacío existencial que promueve. Las interpretaciones de su obra pueden ser nefandas y equivocadas, en ocasiones hasta tendenciosas. Llama mucho la atención las adhesiones que al principio suscitó y luego los rechazos, específicamente con Fauerbach.

Stirner nace en Alemania, en Bayreyth el 25 de octubre de 1806. Existe en el país una tranquilidad breve. Fue hijo único de un fabricante de flautas y de una mujer de hogar. Se respiraba en la familia un clima luterano. El padre al poco tiempo muere y después su madre se casa con un farmacéutico.

Cuando Karl Schmidt –su verdadero nombre- cumple 12 años y después de haber vivido en un pueblo con nombre Kulm, regresa a su ciudad natal para continuar con sus estudios. Como hemos mencionado, poco se sabe de esta época y de casi todas las etapas de este insigne anarquista. Tal vez sea el sello de alguien singular que deseó siempre estar en el anonimato, en los pliegues de cierta celebridad.

Más tarde estudia en la Universidad de Berlín distintas disciplinas: filología, filosofía y teología, en donde se encuentra con el gigante Hegel y con el maestro de la hermenéutica Schleiermacher. Viajó por Alemania y retornó al Kulm para poder ocuparse de los problemas mentales de su madre.

A los 28 años finaliza sus estudios en Berlín, realiza unas prácticas sin goce de sueldo en la Escuela Real de la capital. En enero de 1837 su madre es encerrada en el hospital de caridad de Berlín. El mismo año en que muere su apreciado padrastro, se casa con Agnes Klara Kunigunde Butz, la hija de la propietaria de la vivienda que alquilaba Stirner. El matrimonio no duró mucho, ya que la mujer murió en el parto junto con la criatura.

Stirner trabajó en una escuela para señoritas de familias acomodadas, frecuentando en forma paralela lugares de una marcada actividad bohemia e intelectual como el Café Stehely y Hippels Weinstube. Ese mismo año de 1839 muere su madre, afectada por trastornos mentales como la depresión.

Su unión al grupo de Los Libres, Freien en alemán. Aquella época está llena de sufrimiento para Schmidt.  Estas personas realizaban una especie de tertulia filosófica y política y sus más conspicuos integrantes eran Engels y Bauer. En el año de 1841 comienza a escribir con el seudónimo de Max Stirner que en español es algo así como Frente Ancha.

Se puede adivinar la parte esencial de su actividad tanto de trabajo como libertaria. Por las mañanas da clase en la escuela burguesa y por las noches se va a la bohemia y a la tertulia de corte político-filosófico. Engels conoció bien a Stirner y al principio fue admirador de su obra. Mencionaba que cuando los amigos lanzaban la consigna “abajo el rey”, Stirner agregaba: “Abajo también la ley”.

En 1842 una famosa revista se divide en dos grupos. En el segundo queda Stirner con sus principios de una revolución total de las conciencias a través de una crítica negativa, de carácter ateo y carente de reglas.

Prosigue escribiendo en diferentes diarios varias reseñas tanto de corte político como libertario. Vuelve a casarse, intentando hacer un matrimonio parecido al de George Sand.

El año de 1844, contando con 38 años a la sazón, y coincidiendo también con su renuncia al trabajo de la escuela de señoritas, aparece su obra más importante y peor comprendida: “Der Einzige und sein Eigentum”. Es un tratado con una lógica rigurosa, con intuiciones geniales y con una especie de carácter incontrovertible dentro de la propia estructura de la obra. Este trabajo es dinamita pura y será censurado y vilipendiando durante años. El filósofo se encargará de hacer brillantes defensas de su obra por medio de ensayos lúcidos y con sustento.

Se separa de Dähnhardt tras cuatro años de un matrimonio de tipo experimental y continúa con las contestaciones a sus críticos más sagaces.

En este punto viene lo más dramático de toda su vida. Prosiguiendo su propia filosofía y con ganas de darle estabilidad a su vida personal, decide montar un negocio, concretamente una cremería. El negocio quiebra y él se endeuda. Cae en la miseria y va a la cárcel dos veces. Un piquete de insecto mal cuidado acaba con la existencia de un hombre que siempre pugnó por la afirmación de la individualidad y por la libertad del individuo.

Introducción a la vida y pensamiento de Max Stirner (1 de 4)

Anarquismo como resistencia al poder

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