Una burla, censo de personas desaparecidas del gobierno federal: Voz y Dignidad SLP

María Ruiz

La presidenta de Voz y Dignidad por los Nuestros SLP, Edith Pérez Rodríguez, consideró que las cifras del último censo de personas desaparecidas son una burla. Esto luego de que el gobierno federal diera a conocer que hay 12 mil personas desaparecidas en todo el país, como parte del registro incluido en la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas.

Señaló que pareciera ser una estrategia para intentar desdibujar la crisis de desapariciones de personas que se vive en todo el país y los hechos que envuelven a cada una de ellas:

“Es una barbaridad, parece ser un chiste. A unos meses de dejar la silla presidencial, quiere borrar cifras sobre las desapariciones”.

Pérez Rodríguez remarcó que las cifras que brindó en su momento Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, sólo estigmatizan a quienes son víctimas de este delito, pues aseguró que 44.8 porciento de las ausencias de las personas localizadas fueron voluntarias.

Asimismo, indicó que es imposible que las autoridades pudieran definir los motivos de la desaparición de cada persona reportada, pues el censo carecía de una línea de investigación y un estudio exhaustivo que pudiera brindar resultados confiables.

Parte de los resultados que hizo públicos la Secretaría de Gobernación fue que el 36.6 porciento de los desaparecidos se fueron por problemas personales, 7.8 porciento por enfermedad mental, 4.6 porciento por delitos de alto impacto, 3.1 por accidente y 2.4 fueron víctimas de homicidio.

Respecto al método para recabar datos comentó:

“Cuando llegaron conmigo, llegaron unas señoras que ya conocía porque eran mamás de exalumnos míos. Se acercaron con normalidad y sólo me preguntaron por mi hijo José Arturo, pero no por Alexis ni por mis otros familiares desparecidos el 14 de agosto del 2012”.

Pérez Rodríguez detalló que no hubo más preguntas, tampoco formato especial para contestar los motivos de la desaparición de su hijo y, mucho menos, se indagó si sus otros familiares ya habían sido localizados.

“Yo me enojé y me puse investigar. Llamé a mis demás familiares para preguntar si ya les habían hecho el censo y me dijeron que no. Entonces, ¿cómo podemos tener certeza de estas cifras, si no nos preguntan por todos nuestros desparecidos?”.

Pérez Rodríguez también expuso que muchas familias se niegan a dar datos de sus desaparecidos por temor a ser víctimas de la delincuencia organizada y, frente a estos contextos, prefieren callar.

“Me preocupa porque ¿cómo sabemos que nuestros familiares no están en esas listas del censo y si debido a eso no van a ser buscados? Hay mucha falta de información y esto sólo expone que este hombre se quiere ir limpio de su sexenio”.

Skip to content