Un equipo de científicos de la Universidad de Maastricht (Países bajos), ha confirmado que una única dosis de cocaína ya tiene efectos director sobre nuestro cerebro, alterando la percepción de las emociones básicas e interfiriendo a la hora de reconocer emociones negativas, como la tristeza o los celos.
El experimento llevado a cabo por los investigadores, se realizó con 24 estudiantes de entre 19 y 27 años de edad, divididos en dos grupos: al primero de ellos, le distribuyeron 300 mg de cocaína por vía oral, y al grupo de control, un placebo. Cada dos horas, los participantes eran sometidos a varias pruebas bioquímicas, así como a una de reconocimiento de emociones faciales para medir su respuesta a una serie de emociones de corte básico como la felicidad, el miedo, la tristeza, la ira o el asco.
Los resultados revelaron que en el grupo de voluntarios que tomaron cocaína, la primera dosis ya había provocado que los participantes tuvieran más dificultades para reconocer las emociones negatuvas, en comparación con los que tomaron el placebo. Asimismo, se produjo un aumento de la frecuencia cardíaca y de los niveles de la hormona del estrés cortisol.
Kim Kuypers, líder del estudio, explica:
“Una sola dosis de cocaína interfiere con la capacidad de una persona para reconocer las emociones negativas, como la ira y la tristeza. Esto podría obstaculizar la capacidad de interactuar en situaciones sociales, pero también puede ayudar a explicar por qué los consumidores de cocaína muestran mayores niveles de sociabilidad cuando están intoxicados; simplemente porque no pueden reconocer las emociones negativas”.
De manera concreta, los científicos expusieron que los sujetos que tomaron cocaína tuvieron un rendimiento un 10% menor a la hora de reconocer la ira y la tristeza, en comparación al grupo del placebo.
Fuente: Muy Interesante.