Por Victoriano Martínez
La irresponsabilidad y el poco compromiso que tienen para con la población que representan hace parecer que los diputados creen que se ganaron un premio para explotar el erario en el peor de los sentidos y que no tienen ninguna obligación de atender los asuntos que las leyes les ordenan con la mayor diligencia… difícil que se asuman como asalariados.
Son los servidores públicos con el mayor sueldo declarado en la Plataforma Estatal de Transparencia y resultan ser quienes de la manera más escandalosa son los primeros en abandonar su espacio laboral apenas se vislumbra la cercanía de un puente.
No fueron electos, tanto propietarios como suplentes hoy en funciones, para recibir un sueldo de los impuestos de quienes los contrataron por la vía del voto para tener como prioridad aprovechar cualquier oportunidad para abandonar el cargo.
Si cuando lo ejercen sólo exhiben ignorancia con desplantes de infalibles sabelotodo cuya capacidad no les alcanza más que para ser sumisos del Ejecutivo, con su urgencia por abandonar el recinto legislativo hasta parece que huyen de seguir exhibiéndose porque todavía les queda alguna pizquita de vergüenza (no es halago).
Bien lo decía J. Carmen García Vázquez, quien fue diputado panista en dos ocasiones: “el orgullo les dura tres años y la vergüenza toda la vida”. ¡Y no conoció a los actuales diputados!
Si se les hubiera contratado como especialistas en captar y aprovechar las oportunidades para vacacionar, su labor podría considerarse de excelencia.
A la luz de las atribuciones del Poder Legislativo y su condición de contrapeso del Ejecutivo, resulta inexplicable que puedan sentir orgullo por una representación que no ejercen, pero por la que sí cobran, y muy bien.
¿El diputado Ulises Mendoza Padrón se sentirá orgulloso de estar a cargo de la presidencia de la Directiva desde hace un mes y aun así desconocer parte del trabajo resuelto por el Congreso del Estado en lo que va de 2024 y lo que está pendiente, incluidos incumplimientos legales y desentendimientos sobre resoluciones judiciales?
El plazo que dio la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial en su segundo artículo transitorio para que en el Estado se armonizara la legislación local venció desde el 14 de noviembre de 2022, pero Mendoza Padrón no ha considerado el dato como si no fuera relevante y, tras ser cuestionado por reporteros, responde que apenas lo revisará.
Desde junio de 2021, el Congreso del Estado debió estar al pendiente de la resolución de cinco amparos que impidieron el nombramiento de un comisionado de la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública, y aunque los juicios quedaron sobreseídos desde noviembre, por cuatro meses los diputados han sido omisos.
En un mes, Mendoza Padrón no ha sido capaz de informarse sobre la situación de ese incumplimiento de la Ley de Transparencia por parte de los legisladores, mucho menos de impulsar medidas para corregir la situación.
Podría justificarse por su condición de suplente recién incorporado a la Legislatura, lo que sólo confirmaría que –como ocurre con todos, propietarios y suplentes– ni está preparado para el cargo ni siquiera interesado en estar al tanto de lo que ocurre en el Congreso del Estado para cuidar que se cumpla con sus obligaciones.
Pero hoy ya es miércoles de Semana Santa y sólo a cinco diputados se les hizo tarde para disfrutar precozmente de un puente vacacional con cargo al erario por la vía del mejor sueldo para un servidor público con el que cuentan… y que de esa manera desquitan.