Vandalismo sospechoso

Por Victoriano Martínez

Hasta el pasado viernes, las manifestaciones que incluyeron actos de vandalismo en la ciudad llegaron a pintas en las fachadas de instituciones como el edificio central de la UASLP, las sedes del Congreso del Estado y algunos otros inmuebles. ¿Qué tuvo de diferente la manifestación que terminó con destrozos en la sede del Poder Legislativo?

Una convocatoria que se difundió desde un grupo de Facebook denominado FRAAR – SAN LUIS POTOSÍ, creado dos días antes –el  3 de junio– en el que a las 14:21 horas del mismo viernes se afinaban detalles para los convocados a la manifestación que estaba por iniciar con el siguiente mensaje:

¿Están listos? En breve se publicará el punto de reunión. Los esperamos con ropa negra de pies a cabeza y un paliacate rojo en el cuerpo, el uso de botas y casco está ampliamente recomendado, el uso de lentes de protección, mascarilla y guantes es obligatorio, llevaremos extras por si alguien los necesita, preparen aerosoles y pancartas, lleven botellas de agua, comida extra para ustedes. El uso de armas, gases y explosivos queda bajo la orden de los líderes (tales acciones serán indicadas durante la protesta en caso de ser necesarias).

En caso de pertenecer a otro contingente, comunícate con nosotros durante la protesta para acordar el darles protección.

Y el vandalismo prendió. Entre la quema de la patrulla de la policía municipal de Soledad de Graciano Sánchez frente a la Fiscalía General del Estado, a unos 200 metros del edificio de Seguridad Pública y los destrozos en el Congreso del Estado pasó más de una hora sin que los policías aparecieran para controlar los disturbios.

Y el vandalismo creció. Los “líderes” aplicaron lo que mencionaron como “tales acciones serán indicadas durante la protesta en caso de ser necesario”. Sin contención a la vista, las desbordaron. Desde el momento en que forzaron la puerta principal del Congreso del Estado a la llegada de los policías pasaron más de 17 minutos y medio.

“Dejaron que el fuego creciera, corriera. No estoy diciendo que el Estado, que el Gobierno del Estado haya sido partícipe o promotor, pero seguramente identificaron lo que estaba sucediendo y lo dejaron que corriera”, expuso este domingo en un video vía Facebook David Reyes Medrano, de la agrupación Ganemos y asesor del diputado Pedro César Carrizales, el Mijis.

Para la noche de este domingo, la página del grupo FRAAR – SAN LUIS POTOSÍ en Facebook seguía activa, pero la mayoría de sus publicaciones habían desaparecidos, no así la información sobre la forma en que se describe:

Somos la primera línea, somos el cerco de seguridad, somos estudiantes manifestantes con distintas causas organizados para abolir al mal gobierno y buscar la destitución del presidente Andrés Manuel López Obrador. Así como renovar a los gabinetes, cámaras de diputados, senadores, la policía coludida con las mafias, hacienda y más instituciones. No apoyamos a la izquierda ni a la derecha, sólo al buen progreso y la buena administración.

Periodistas de a Pie publicó una nota con el encabezado SLP: Grupos de choque «Antiamlo» incitan zafarrancho. Una diferencia más con las manifestaciones registradas en la ciudad antes del viernes, en las que era más fácil identificar a los participantes como simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.

Alejandro Leal Tovías, secretario de Gobierno, informó de diez detenciones. La Fiscalía General del Estado reportó que se vinculó a proceso sólo a tres personas: un hombre de 19 años de edad y dos mujeres de 21 y 22 años de edad. Supuestamente siete fueron liberados, aunque hubo un detenido más que no fue mencionado, aunque sí liberado prácticamente sin dejar rastro.

La única huella de su aprehensión se dio momentos después de que ya todo estaba bajo control y cuando él ya había desaparecido de la escena. A pesar de ser uno de los principales protagonistas de los destrozos, volvió al lugar, saludó a un policía y de inmediato otros uniformados lo arrestaron y lo subieron a la camioneta con los demás.

Por testimonios de los otros detenidos se sabe que el detenido número 11 se mostraba divertido, bromeaba y siempre estuvo despreocupado por encontrarse bajo arresto. También que no fue incluido en la lista de los detenidos y fue de los primeros en ser dejado en libertad.

Como apareció, desapareció. Una presencia fugaz como la mayoría de los mensajes publicados entre el miércoles y la tarde del viernes en la página del grupo FRAAR-SAN LUIS POTOSÍ en Facebook.

Entre los participantes de manifestaciones anteriores quedó la sensación de haber sido víctimas de una convocatoria tramposa en la que, aun sin haber participado en los destrozos, algunos quedaron atrapados en el lugar de los hechos. La mayor parte de las detenciones, según los videos difundidos por redes, se dieron fuera del Congreso del Estado, cuando ya todo estaba bajo control.

Tan los verdaderos responsables no fueron molestados, que el sábado una empleada del Congreso del Estado narró cómo, tras acudir a valorar los daños en su centro de trabajo, al retirarse como a las nueve y media de la noche le tocó ver a jóvenes que celebraban los destrozos que hicieron y lamentaban que el tiempo no les alcanzó hasta para defecar en el recinto.

Haber dejado avanzar los actos de vandalismo, vincular a proceso a tres personas cuya participación efectiva en los destrozos es dudosa y la extraña aprehensión y liberación de uno de los que visiblemente intervino en los hechos deja al gobierno de Juan Manuel Carreras López ante un largo catálogo de explicaciones necesarias y especulaciones sobre ocultas intenciones.

¿Hasta dónde no fue paciencia ni prudencia lo que retrasó la intervención y en realidad fue un consentimiento tácito de que la escalada vandálica creciera?

¿Qué tanto lo escandaloso del evento se permitió para que, como una jugada de varias bandas, captara la atención general y se diluyeran temas de la agenda pública como las denuncias de corrupción contra la administración de Carreras López por el caso de los contratos de la Secretaría de Salud con empresas fantasma?

¿O también el de la pendiente aprobación de la reestructuración de la deuda pública e incluso de una solicitud aún no descartada de un nuevo endeudamiento por 700 millones de pesos, o hasta un madruguete en el nombramiento del Fiscal Anticorrupción?

A veces el manejo del timing implica acciones que generen las condiciones para que los tiempos se ajusten a favor de los objetivos de quienes lo manejan, como en este caso el gobernador Carreras López, principal sospechoso como beneficiario indirecto del vandalismo del que fue víctima la sede del Poder Legislativo.

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