Texto y fotografías de María Ruiz
Habitantes del octavo barrio de El Saucito se manifestaron este jueves al cerrar la avenida Fray Diego de la Magdalena para exigir soluciones a la crisis de desabasto de agua que enfrentan desde hace meses.
Los afectados no solo reclamaron la inacción del Interapas, sino que denunciaron abusos y malos tratos por parte de los operadores de las pipas enviadas por la Comisión Estatal del Agua (CEA).
Durante la protesta, los vecinos señalaron que los conductores de estos camiones cisterna cobran el servicio a pesar de que debería ser gratuito.
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Además, acusaron que los hacen descargar el agua con sus propias manos y que, en varias ocasiones, los operadores han causado daños en las colonias al estacionarse de manera incorrecta y al no estar capacitados para descargar el agua, sumado a que han limitado el servicio a los habitantes, pues solo suministran agua a quienes cuentan con aljibe.
“Nos dicen que no es suficiente los tambos, oiga, porque mucha gente no tiene aljibe. ¿Qué va a hacer la gente que no tiene dónde almacenar el agua?”, reclamó una de las manifestantes.
Ante la falta de soluciones efectivas, los vecinos exigieron un programa de tinacos que les permita enfrentar la escasez de manera más digna.
Los afectados también señalaron que, cuando han solicitado pipas, los operadores se comportan de manera agresiva.
“Yo firmé para que me trajeran agua Gobierno del Estado, pero el chavo que me la llevó, era una pipa de la CEA, me habló muy feo. Hasta me dijo: ‘Agárrele usted a la manguera’, y ahí me tiene a mí echando el agua mientras él cotorreaba afuera”.
Asimismo, exhibieron evidencia de los daños que han provocado estos camiones en las viviendas.
“A una vecina le rompieron los mosaicos del aljibe al dejar caer la manguera, tenemos las fotos”, afirmaron.
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La principal exigencia de la comunidad es la restitución del servicio por la red hidráulica, en lugar de depender de un suministro irregular y conflictivo a través de pipas.
Las autoridades del Interapas, que acudieron al lugar explicaron que la problemática radica en una bomba del pozo, la cual —según su versión— ya fue solicitada a un proveedor, aunque no dieron una fecha exacta para su instalación.
Sin embargo, los vecinos señalaron que este discurso es repetitivo y que la bomba lleva más de un año sin ser reparada.
Ante la falta de compromisos concretos, los manifestantes anunciaron que levantarán un acta de queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para dejar constancia de sus demandas y violaciones a su derecho al acceso a agua potable.
De igual forma, advirtieron que, de no recibir una respuesta inmediata por parte del Interapas, la protesta se intensificará y se sumarán más colonias que padecen el mismo problema.
“Aquí nos vamos a quedar. No es una amenaza, solo estamos exigiendo un derecho fundamental”.