Texto y fotografías de María Ruiz
El Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de San Luis Potosí dio a conocer los avances de la exploración arqueológica que se realiza sobre el hallazgo de algunos vestigios históricos que se encuentran costado del Jardín Colón, entre la calle Miguel Barragán y Pascual M. Hernández.
Estos vestigios fueron descubiertos durante las obras de la rehabilitación de la Calzada de Guadalupe que realiza el Gobierno Municipal a través del proyecto de movilidad Paseo Esmeralda.
Sobre esto, los arqueólogos Víctor H. Valdovinos Pérez y Antonio U. Sánchez Pérez informaron que se localizó un empedrado a poca profundidad del actual nivel de la calle.
Luego de una exploración en distintas áreas de la misma calle Colón, se comprobó que existen más empedrados en diferentes niveles de profundidad y que se encuentran a pocos centímetros debajo de los adoquines.
Estos hallazgos, según lo referido por el Centro INAH SLP, se realizaron por medio de cuatro excavaciones efectuadas a lo largo del mes de enero y, según lo informado, han permitido “recuperar los vestigios materiales de algunas páginas de la historia virreinal e independiente de lo que fuera el extremo sur de la ciudad potosina”.
Según lo explicado por los arqueólogos, este empedrado se encuentra ligeramente desplantado sobre el terreno natural y en su construcción se emplearon guijarros o piedras de río de diferentes tamaños para su diseño, el cual contempló en su momento zonas delineadas que se separan por rectángulos de empedrado.
“El diseño es distinto y se compone de series de rombos alargados, los lados fueron delineados por las costillas y el interior por los cantos rodados. La inserción de las costillas implicó retirar aquella parte del primer empedrado por donde pasaron las líneas de los rombos, esta acción es perceptible en primera instancia porque la diferencia de humedad sigue justo un patrón lineal en forma de rombos. La superficie corresponde a una calle con doble pendiente que se junta al centro de esta [formando una V] y que está indicada además por una línea de rocas alargadas que se proyecta a lo largo de la vialidad”.
Con respecto a su antigüedad, se trata de vestigios de la segunda mitad del siglo XIX, en donde la forma exacta de empedrado con diseños en rombo se puede ubicar en esta temporalidad.
Según lo explicado por ambos arqueólogos, en la superficie son visibles el paso de los años, pues ya presentan algunos desgastes que son el testimonio del sentido de la calle, es decir, donde anteriormente transitaban las carretas de la zona.
Por último, el Centro INAH SLP indicó que su grupo de académicos e investigadores continuarán el rescate de esta área arqueológica para así dar seguimiento a un trabajo de documentación.
