Ciudad de México (28 de julio de 2016).- Imagina que estás en medio de una ciudad desconocida, pasando las páginas de la guía turística, o dando vueltas con el móvil para que el GPS localice dónde estás. Ya desesperado, estresado y en contra de tu voluntad, aceptas que estás perdido. En ese momento, tu cerebro activa las alarmas y despliega una serie de opciones para resolver el próximo desafío.
Puedes decidirte por preguntarle a un nativo por la dirección, haciendo uso de tus conocimientos de un idioma extranjero, puedes aplicar tus habilidades de orientación e intentar ubicarte en el plano de la ciudad, o hasta cambiar el plan definido y sentarte con calma a degustar la gastronomía local.
Todas estas cuestiones generan respuestas positivas en nuestro cerebro, son mecanismos que se activan cuando vivimos una situación parecida, para que no vuelva a ocurrir”, afirma el neurólogo Pablo Irimia.
De hecho, el especialista manifiesta que practicar regularmente otras actividades de ocio que generen unos “patrones de actuación” y faciliten las “tareas de memoria”, como leer, hacer ejercicio, o bailar, disminuye las probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo y pérdida de la memoria, asociada al envejecimiento.
Por ello, el doctor José Manuel Moltó, vocal de la Sociedad Española de Neurología, destaca la importancia de entrenar y estimular este órgano vital porque, “con el tiempo, un mayor número de conexiones implica una mayor reserva cognitiva, lo que permite que nuestro cerebro sea más resistente a los síntomas de las enfermedades neurológicas”.
¿Cómo es un cerebro sano?
Los neurólogos sostienen que un cerebro sano es aquel que sigue funcionando con normalidad a pesar del paso de los años.
“Es lógico que con la edad uno pierda ciertas capacidades, pero lo que se pretende es que con el tiempo una persona siga desempeñando sus actividades personales, sociales e incluso laborales”, explica el doctor Irimia.
¿Los jóvenes también padecen pérdida de memoria?
“Lo habitual es que los problemas de memoria vengan asociados con el envejecimiento. En edades tempranas puede haber pequeños olvidos que no tengan ninguna relevancia, que estén simplemente asociados al estrés o a la falta de atención”, añade el doctor Pablo Irimia.
Sin embargo, si se trata de una “cuestión preocupante”, los neurólogos aseguran que es recomendable asistir a un control médico. Algunos de los problemas que pueden causar pérdida de memoria son un déficit de vitaminas o problemas de tiroides.
El doctor Irimia, especialista en Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, advierte que si los síntomas persisten, los médicos pueden solicitar “una analítica sanguínea para ver si hay un problema de hipotiroidismo, un déficit de vitamina B12, o de ácido fólico”, ya que cuando están “muy bajos en la sangre, pueden causar que la actividad de las neuronas no sea la adecuada”, agrega.
Las neuronas se regeneran e incluso se forman nuevas.
De acuerdo con los neurólogos, varias investigaciones han demostrado que por medio del aprendizaje adquirido al viajar, o después de una partida de un juego de estrategia, las neuronas se regeneran mientras se comunican entre sí mediante conexiones llamadas sinapsis.
“El cerebro va cambiando a lo largo de la vida, lo que se conoce como neuroplasticidad. Las neuronas pueden crear nuevas conexiones, incluso se pueden formar nuevas neuronas. Y hay tres elementos clave para hacerlo: enfrentar a nuestro cerebro a la novedad, la variedad y el desafío. Y viajar cumple con los tres”, señala el doctor Moltó.
También depende de si la persona es intelectualmente activa -precisa el doctor Irimia- por lo que “si un individuo a lo largo de su vida tiene muchas inquietudes y lee, estudia, o disfruta al viajar”, su cerebro será más sano.
Para los neurólogos, la clave para lograr una experiencia enriquecedora al viajar es relacionarse con personas de otras culturas y adaptarse. De esta forma, el cerebro se enfrenta a lo extraño, a lo novedoso, y este camino hacia el aprendizaje funciona “como un entrenamiento acelerado”, matiza el doctor Manuel Moltó.
Fuente: Excélsior.