Abelardo Medellín
Aunque el proceso para que Sara Rocha Medina llegara a la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Luis Potosí estuvo lleno de trampas, reponerlo enviaría a sus contrincantes a una elección “de ante mano perdida”, opinó Ángel Castillo Torres, exdirigente de este instituto político.
Esto luego de la resolución del Tribunal Electoral del Estado de San Luis Potosí que invalidó la elección de Sara Rocha Medina como presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI, así como el dictamen que negó el registro para participar en el proceso interno a la formula compuesta por Edmundo Torrescano Medina y Erika Velázquez, además de solicitar la reposición del proceso desde su periodo de registro.
Al respecto, el exdirigente priista opinó que el proceso por el cual Sara Rocha llegó a la dirigencia estuvo lleno de obstáculos para evitar la participación amplia de los interesados.
“El Tribunal da la razón a todos los que señalaron y denunciaron cada uno de los obstáculos que se articularon desde el contenido de la convocatoria”.
Entre las irregularidades advertidas, Castillo Torres comentó que uno de los primeros problemas es que la entonces dirigente era interesada en competir y además firmó la convocatoria como presidenta; además, de que el proceso contemplaba tramites que debían realizarse en Ciudad de México y daba muy poco margen de tiempo a los interesados para realizarlos.
El exdirigente señaló que uno de los temas más delicados es que Rocha Medina haya sustituido al 70 por ciento de los integrantes del Consejo Político Estatal con gente cercana a ella e incluso familiares.
Castillo Torres afirmó que esta integración a modo en favor de la dirigente significa que, en caso de que se reponga el proceso y se permita una adecuada inscripción de perfiles como los de Edmundo Torrescano y Érika Velázquez, los contrincantes competirán en una contienda ya perdida.
Afirmó además que la dirigencia de Rocha Medina ha emprendido acciones contra los liderazgos, como el haber traicionado a Enrique Galindo Ceballos al imponer un secretario general, con lo que se rompió un acuerdo con el edil capitalino.
Ante el panorama general de estas problemáticas al interior del PRI en San Luis Potosí, Castillo Torres precisó que el 90 por ciento de la responsabilidad por lo ocurrido es de Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, dirigente nacional.
“De nadie es desconocido que Sara Rocha es una de sus aliadas incondicionales, [Alejandro Moreno] está imponiendo este cuadro”, dijo.
Por último, comentó que el PRI en el estado y en el país pasa por una severa crisis que hace necesaria una refundación con nuevos liderazgos que, en sus palabras, deberían ser jóvenes formados desde años al interior del partido.