Por: Antonio González Vázquez.
Víctimas del sacerdote pederasta aún prófugo, Eduardo Córdova Bautista, reclamaron a la alta jerarquía de la iglesia católica potosina que sigan encubriendo al sacerdote y les exigen que digan “¿Dónde esconden a Eduardo Córdova Bautista?”.
En un desplegado publicado en periódicos locales, Alberto Ayala Gallegos, Humberto Abaroa López y Gunnar Mebuis Villa critican que la Arquidiócesis de San Luis Potosina que preside el arzobispo José Carlos Cabrero Romero pretenda hacer creer que las víctimas del sacerdote pederasta no tienen derecho a demandar justicia.
Esto, en respuesta declaraciones de Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis que hace unos días en una entrevista, declaró que las acusaciones contra Córdova se hicieron 30 años después y que estuvieron plagadas de falsedades.
Las víctimas firmantes dicen en su desplegado que desde 2013, las sanciones por delitos de pederastia y abuso de menores, es imprescriptible, es decir, que sus autores podrán ser juzgados y condenados aún habiendo pasado mucho tiempo desde que se cometió la agresión.
Precisan que la postura y declaraciones de Priego son tan incongruentes que van en contra de la propia postura del Papa Francisco, quien ha rechazado la pederastia clerical de todos los tiempos, e incluso ha pedido perdón por los abusos cometidos por una cantidad importante de sacerdotes”.
El padre y vocero, Priego Rivera había dicho que las víctimas ya no tienen derecho a reclamar porque lo que les sucedió ocurrió hace treinta años y ya no eran tan niños como para tener miedo a denunciar.
En ese sentido, los tres firmantes del desplegado, consideran que el sacerdote Priego debería ser juzgado junto a los arzobispos Jesús Carlos Cabrero Romero, Luis Morales Reyes y Arturo Antonio Szymanski Ramírez por encubrir y no tomar las medidas pertinentes para evitar que los sacerdotes de San Luis Potosí, cometieran abusos sexuales contra menores en San Luis Potosí.
“Usted señor Priego no toma en cuenta que el asalto sexual ejercido desde las sotanas tiene una ascendencia de autoridad religiosa. La abyección del delito queda subrayada por la superioridad moral de la cual se aprovecha el agresor para someter a su víctima. El abuso sexual, en este caso, proviene de quien se supone debería ser el pastor, el defensor, el protector. Finalmente, es el pastor el que devora al cordero que se supone debe cuidar”.
Por último, dicen al vocero de la Arquidiócesis que “el desprecio absoluto que ha mostrado a las víctimas de Córdova Bautista, lo convierten directamente en cómplice de los crímenes más deleznables y también en protector. La pregunta obligada es ¿Dónde esconden a Eduardo Córdova Bautista?
Cabe señalar que el sacerdote se encuentra prófugo de la justicia desde abril de 2014 cuando se presentaron 18 denuncias por pederastia en su contra.