Por Victoriano Martínez
Desde que empezó este año, cada 157 horas se comete un asesinato en el que la víctima es una mujer. Van 31 feminicidios.
Nada qué esperar ya de la dichosa Alerta de Género declarada hace más de un año, si ni siquiera existe un informe sobre sus resultados y todavía se habla de probables anuncios de proyectos para seguirla desarrollando.
Nada que esperar de las investigaciones. Muere una más y la impunidad sigue ahí… por mucho que se apliquen protocolos para investigar los casos como feminicidios.
Y mientras tanto, cada 157 horas surge una nueva víctima.
Cada seis días y medio hay una nueva víctima de feminicidio que se suma a la desconocida, pero seguramente muy larga, lista de víctimas de muchos otros delitos, pero también de violaciones a derechos por parte de las propias autoridades.
San Luis Potosí es un estado más en el que sobran las víctimas.
Tanto sobran las víctimas, que se vuelven víctimas –¡aunque Usted no lo crea!– de la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV).
Los padres de Jair, asesinado en Laguna de San Vicente ante una actitud omisa de las autoridades de seguridad, debieron recurrir a un amparo, que ya ganaron, para combatir la mutilación a una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos por parte de la CEEAV. El juez federal ordenó que se les reconozca como víctimas y se les repare el daño.
Pero ellos no son los únicos que han tenido que litigar para, primero, ser reconocidos como víctimas, y después poder pelear por la reparación del daño. Los casos más visibles en los últimos meses son los de María de Jesús Almendarez Prieto, los habitantes de Noria de San José y el de José de Jesús Ortiz Cerda, víctima de una injusticia en el que fuera el Consejo Tutelar para Menores desde 2003.
¿Cuántos más habrá que, por su condición de víctimas, prefieren no hacer públicos sus casos o, peor aún, desisten de reclamar sus derechos como víctimas?
Una pista la da el dato reportado en el informe más reciente difundido por la CEEAV en su sitio Web: entre el 1 de enero de 2016 y el 31 de mayo de 2017 registró 311 víctimas.
Cada 40 horas una víctima logró que la CEEAV la registrara cómo tal.
¿Cuántas han logrado la reparación del daño?
En ese documento sólo se reporta un caso con una compensación de 34 mil 243 pesos.
“Se supone que la Comisión Estatal Ejecutiva de Víctimas, apoya a las víctimas, no es para litigar con las víctimas”.
La expresión es de Alejandro Leal Tovías, el secretario de Gobierno que tiene pendiente el informe sobre los resultados de la Alerta de Género.
Son pocas las historias que se conocen sobre litigios para ser reconocidas como víctimas.
Como muestra de lo que ocurre, resultan más que suficientes para exponer la doble incapacidad de las instituciones públicas: para prevenir que haya más víctimas y para hacerle justicia a quienes tienen la desgracia de convertirse en una.