Ciudad de México (04 de mayo de 2016).- El pasado lunes el neozelandés William Trubridge bajó 122 metros en 4 minutos y 22 segundos, para romper su propio récord mundial de inmersión en aguas profundas.
Lograr un descenso de este tipo implica mucho más que solamente aguantar la respiración, pues la presión del agua se hace cada vez más fuerte a mayor profundidad. Te presentamos los detalles que hacen este deporte uno de los más extremos.
