María Ruiz
Pasadas las 11 de la mañana, el cielo sobre Villa de Pozos anunciaba un día distinto. Sobre la explanada del Jardín Hidalgo cientos de poceños ya se reunían para ser testigos del evento que marcaba un antes y un después en su historia.
El ambiente estaba impregnado de una extraña combinación de nerviosismo y orgullo. Otros miraban a su alrededor en busca de asientos que ya estaban ocupados. La organización, a simple vista, fallaba. Empresarios y miembros de las cámaras industriales e inmobiliarias caminaban desconcertados, sin asiento.
Cuando María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, la primera concejala presidenta del recién constituido municipio, tomó el micrófono, la desorganización se hizo aún más evidente.
No había maestro de ceremonias, así que, con nerviosismo palpable, fue ella quien dirigió su evento. Su voz, entrecortada por momentos, pero firme en esencia, aún así emociono a los poceños.
“Trabajaremos para construir el Villa de Pozos que hemos soñado, compañeros. Tenemos un gran reto por delante y no me cabe duda de que juntos lograremos hacer realidad lo que la ciudadanía anhela”, declaró.
La concejala no tardó en agradecer la presencia de importantes figuras, pero en sus palabras no faltaron las alusiones a la lucha de su comunidad.
“El pueblo de Villa de Pozos se le hizo justicia el 22 de julio de este año”, recordó Rivera Acevedo
El discurso estuvo marcado por el agradecimiento a su familia, el reconocimiento de la historia de resistencia de Villa de Pozos y una crítica velada a los gobiernos estatales y municipales anteriores, que por décadas, dijo, ignoraron las necesidades de la comunidad.
Sin embargo, la alegría se vio ligeramente empañada por un episodio incómodo cuando, al intentar dar comienzo a la primera sesión de Cabildo, se cometieron varios errores protocolares, desde votar para iniciar la sesión hasta no saber cómo ceder la palabra.
Este momento causó desconcierto entre los asistentes, pero la comunidad parecía dispuesta a perdonar estos tropiezos iniciales.
Tras este pequeño revés, se decretó un breve receso para continuar la sesión en privado, lo que extendió el evento por al menos 40 minutos más. A pesar de todo, el ambiente era de celebración. La concejala presidenta enfatizó en que finalmente había recuperado “su derecho a definir su propio destino”.
Asimismo, remarcó la lucha de los habitantes de Villa de Pozos por convertir su delegación en municipio es una historia de perseverancia y unidad, pese a los amparos que buscaban, en sus palabras, desvanecer los deseos de esta población.
“Durante décadas, los poceños enfrentaron el abandono por parte de los gobiernos municipales y estatales, que relegaron sus necesidades en materia de infraestructura, servicios y desarrollo económico. Sin embargo, la comunidad nunca perdió la esperanza. Con la cabeza en alto, mantuvimos viva la llama de la autonomía, organizando movimientos y exigencias ante las autoridades para que nuestra voz fuera escuchada”, finalizó.
Para ellos, dijo la concejala presidenta, este es más que un triunfo político: es la reivindicación de un derecho fundamental, el de gobernarse a sí mismos.